domingo, 1 de mayo de 2011

"Una pica en Flandes."

Dicen que si alguno de los tiranos que hemos padecido en Europa hubieran viajado, se lo habría pensado dos veces antes de montarla y eso que habríamos ganado todos,  incluso ellos mismos. Digo esto  cuando acabo de visitar a unos amigos en Holanda, Walter y Gisela.
Desde siempre  me ha parecido que salir al extranjero nos aporta una especie de perspectiva imposible de alcanzar con el día a día de nuestra rutina.Tal vez nuestros problemas no lo sean tanto ( "nuestros" en exclusiva , quiero decir) . Tampoco se ven las cosas demasiado claras por allí: las mismas restricciones con los créditos, dificultades  similares en lo inmobiliario,   idénticas preocupaciones por las pensiones del futuro o los precios del presente, la inmigración, el "dumping" laboral...;sólo el desempleo les da un respiro (profundísimo comparado con nuestra tasa local).
Pero lo cierto es que tampoco allí atan los perros con longanizas y se han tenido que atar el cinturón.Las medidas aprobadas por nuestro gobierno para dinamizar el sector de la construcción que permitirán desgravar lo gastado en reformar la vivienda habitual, ya las querrían para ellos, me decían.

Pero, para serles honestos, no se me ocurrió, ni por un sólo instante, intentar explicarles el panorama que tenemos en nuestra Comunidad Valenciana en lo político, en lo económico, en lo judicial y, queridos amigos, sobre todo,  en lo moral.
Leer las declaraciones del Conseller de Economia sobre los recortes que se disponen a llevar a cabo tras las elecciones, sabiendo lo que sabemos: Visita del Papa, Fornula I, Volvo Ocean Race, Terra Mítica, Ciudad de la luz... le dan ganas a uno de volverse  a ir  por donde ha venido. Aunque lo cierto es que los que deberían irse son ellos,  tras depurarse las responsabilidades a las que hubiere lugar. Porque, digo yo, que  algún responsable habrá, no?

Además, claro, de quienes les vuelvan a votar el 22 de mayo, que esa es otra.

La "pica" más decisiva por todo esto, no es en Flandes donde la deberíamos de clavar, sino en nuestra propia Comunidad, porque ¡ya les vale!

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