sábado, 11 de diciembre de 2021

NO HABRA PAZ PARA LOS OSADOS (

 


NO HABRA PAZ PARA LOS OSADOS

(Diario Información de Alicante, 11/12/2021)

Prefieren a la cabra de la legión como representante (Guerra dixit) , Pablo Casado aterriza en una misa en honor a Franco y no se entera y a Almudena Grandes se le niega un reconocimiento por roja. Visto así parece que algunos andan empeñados en hacer bueno el vaticinio de Unamuno horas antes de morir: “Si triunfan (los sublevados) España se convertirá en un país de imbéciles. Están disparando a los intelectuales”

Es cierto que a la roja de la Grandes no se le disparó al estar ya fallecida y porque ya no se estila, que en algo teníamos que avanzar. En su lugar, son incorregibles, se intentó una condena al olvido, doblemente cruel, por inútil: los buenos artistas y escritores son los únicos con la inmortalidad asegurada. Es lo que sucede cuando no SE lee a Miguel Hernández, Lorca o Machado.

Alguien dijo que las personas puedan dividirse básicamente en dos categorías: las que construyen puentes y las que se afanan en destruirlos. En España han abundado tradicionalmente más las del segundo grupo. En todo el siglo XIX y en buena parte del XX rozamos la excelencia,el “Know how”, que se dice ahora; y cuando nos disponemos a encarar el XXI, este totum revolutum de derechas (¡Qué triste lo de Ciudadanos!), se empeña en seguir esa inveterada costumbre nuestra del tiro en el pie. Y lo hace en cada una de las pasarelas que el gobierno intenta tender para huir de nuestro fatal determinismo. Y ahí los tenemos, apuntando a todo cuanto se mueve; reforma del sistema pensiones, salario mínimo vital, ley de eutanasia, reforma laboral… Todo está mal, muy mal en una España que lleva no sé cuantos años rompiéndose mientras ellos niegan la mayor, nunca han roto un plato aunque estén hasta el cuello de corrupción e inmundicia.

Es más se crecen ante una justicia benigna donde la haya. Y Francisco Camps el único mortal al que le han salido gratis unos trajes dos veces ( la segunda por la curiosa sentencia absolutoria), visto lo visto, y tras el congreso del PP en Valencia (mejor sitio imposible) acaba de pedir la venia para revindicarse y exigir que le hagan sitio, porque en nuestra Comunidad, como dijo Costa, “la festa no s’acaba mai”. Y el “enfermo terminal” de Zaplana, otro que tal, no hace mucho reclamaba los coches que le incautaron, porque son su debilidad como se sabe y a lo que se ve, cuenta con el tiempo suficiente para disfrutarlos y quizá llevarlos él mismo a pasar la ITV, la más cara de España por sus trapacerías, de las que tendrá que dar cuenta, esperemos, en el marco del caso Erial.

Un panorama ciertamente endiablado con el que le toca lidiar a Sánchez, que ya son ganas, por muchas que tuviera al inicio de su singladura. Y eso sin entrar a valorar las diferentes sensibilidades “constatadas” (léase proclamadas a los cuatro vientos por sus protagonistas) en el seno de su gobierno.

Si a todo eso sumamos la pandemia con sus (de momento) seis olas, la correspondiente crisis económica, la eterna cuestión catalana, la financiación autonómica, compromisos de los fondos europeos, crisis en la Casa Real etc, puede que , mira por donde, no estén de más su tesón, su optimismo patológicos y la ausencia, en su caso probada, de complejos , porque los desafíos son mayúsculos y como decía Paul Auster, Premio de Asturias de las Letras en 2006 “He may not play by the rules but he’s got spirit. And when you find a man with spirit, there’s still hope for the world” Brooklyn Follies, 2005 ( Puede que no siga las reglas, pero tiene espíritu. Y mientras haya un hombre con espíritu, habrá esperanza para el mundo).

Porque esperanza, y ¿ por qué no?, algo de suerte, es básicamente de lo que más necesitados andamos en estos momentos.

sábado, 14 de agosto de 2021

SOMBRAS EN LA CULTURA DEL ESFUERZO

 


 Sombras en “la cultura del esfuerzo

 

 

 

“ La cultura del esfuerzo”, es una de  esas cantinelas con la que la derecha nos viene regalando los oídos   en los últimos tiempos. Al usarla se   presentan como   esforzados currantes que  no reparan en sacrificios para triunfar en la vida. En nuestra Comunidad Valenciana sin ir más lejos, hay un empresario ejemplar,  que la ha elegido como lema de su cadena de supermercados y patrocina  equipos basket  que la lucen ufanos en las camisetas; por mucho que se cuestione su política laboral o  aparezca su nombre en  papeles de  oscura reputación.  Sea como fuere, en base a este lema se elaboraría en su día ni más ni menos que  toda una ley de educación;  la “ Wert”, de infausto recuerdo.

            Es  esta una expresión  a la que es muy difícil  objetarle nada ;  sin sujeto ni verbo no hay forma de hincarle el diente. Lo  mismo  pasa  con otras de estilo parecido: “El derecho a la vida”, el “derecho a decidir”. Conceptualmente los elementos que las componen son buenos en sí mismos. ¿Cómo vamos a negarle a alguien el derecho a vivir?, faltaría más, ¿ o a decidir?; ¿quién, en su sano juicio puede, por otra parte,  cuestionar la bondad del esfuerzo  para conseguir alguna meta en la vida (loable, se entiende)?

            Sucede sin embargo que todas tienen algo más en común, un   gato encerrado  que nos    quiere sisar la cartera para, en el primer caso: arrebatar   a las mujeres su derecho a abortar , conseguir la independencia unilateral caiga quien caiga, en el segundo, o, en el caso que nos ocupa,  plagar educación de obstáculos  para sembrar  las cunetas con el fracaso  de los    más débiles ,  culpables, encima, por vagos.

            Todos sabemos, por otra parte, que el esfuerzo implica  trabajo duro y sacrificio. Precisa, por tanto de una llama  interior y una voluntad de hierro  que la aventen para ayudarnos a superar las dificultades que nos salen al paso. Hay que vislumbrar la meta que justifique  nuestras renuncias. También nos puede ayudar,  claro , toparnos con referentes   en los que mirarnos y  usarlos como modelo y fuente de inspiración

            Los juegos olímpicos recientemente finalizados  JJOO  podrían cumplir a la perfección este papel. Son  un claro ejemplo de abnegación y sacrificio . Jóvenes  que sacrifican  buena de parte de sus vidas  para lograr la excelencia en sus respectivas disciplinas compitiendo en buena lid con sus semejantes. En el caso de España  es especialmente meritorio  el esfuerzo que han tenido que realizar los campeones olímpicos  Ana Peleteiro y Ray Zapata, que a todas las dificultades que tiene que superar un deportista  de élite, han tenido que sumar en su caso,    el proceder de familias de inmigrantes  y  “ser negros”( palabras suyas).

            Es por eso que las reticencias del Sr. Casado en felicitarles no hay por dónde cogerlas. No cabe duda de  que sus trayectorias vitales no pueden ser más dispares: esfuerzo, abnegación y sacrificio frente a másteres y carreras caídos del cielo, con amables correteos, en todo caso, sobre la mullida alfombra de Génova 13. Pero si en  las mencionadas renuencias de  Casado  tuvieran algo que ver  el color  de la piel de los atletas, como todo parece indicar,  él solito habría reeditado, cien años después, el episodio protagonizado por Hitler y el atleta de color Owen en los juegos olímpicos de Berlín cuando el primero negó la mano al segundo,  por negro. No le quedaría pues, línea roja por cruzar; porque una cosa es seguir la estela de Aznar, y negar la victorias electorales cuando no sean ellos quienes las festejen  y otra muy distinta optar por  una deriva tan peligrosa como ésta . Uno puede empezar adentrándose  en la noche de los tiempos para  acabar varando en la de “los cristales rotos”.

            Siempre hemos tenido un problema con la derecha en España con honrosas excepciones. La Constitución del 78  extendió una alfombra  de decencia sobre las pelusas y restos del banquete franquista que más de treinta años después sus herederos, lejos de limpiarlos y sanear la estancia , se complacen en revindicar.

Y eso no hay fondo ni maná europeo que lo pueda arreglar

 

sábado, 10 de abril de 2021

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID Diario Información de Alicante, 9 de abril de 2021


 

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID”

Joan Coscubiela acaba de publicar un libro. El veterano político y sindicalista lo presentaba el otro día en un canal de televisión. Con gesto grave desgranaba la tesis de su obra; la pandemia no ha hecho sino evidenciar las contradicciones del capitalismo. Sus grandes vías de agua estaban ya presentes antes del COVID 19, aunque se hayan agrandado hasta extremos imposibles y proponía soluciones. En un momento donde imperan el eslogan, la frase ingeniosa o las “fakenews” con la mirada perdida de Ayuso, Coscubiela parece de otra galaxia.

Le recuerdo con el mismo gesto grave plantando cara a pecho descubierto a los independentistas en la la proclamación de la república catalana, auténtica charlotada con aborto en diferido. Su argumentación fue irrefutable y claro, él, que en alguna intervención consiguiera la proeza de unir en sus aplausos a toda la oposición en ese foro democrático, después de mostrar su voto negativo, terminaría por dejar la política.

Conserva sin embargo la ilusión del demócrata de verdad, el compromiso del activista sindical y emplazaba a los partidos de la izquierda a dar la batalla por Madrid, donde tanto nos jugamos de nuevo, y de hacerlo precisamente ante los perdedores de esta crisis. Falta harían allí, en Madrid, algunas de las cualidades que el ex parlamentario catalán atesora. Porque pintan bastos, para una izquierda fragmentada , mal avenida y cogida a contrapié en tiempo de descuento.

Con un candidato, Pablo Manuel, sobrevenido en un doble salto mortal, descapitalizado en lo moral, (que no en lo material) , que difícil tendrá vender su evangelio a quien a duras penas puede hacer frente al recibo de la luz y otro, Gabilondo, curado en salud al autoproclamarse soso, y al que los comicios le han hecho la puñeta. Se veía ya con un pie en otros menesteres más acordes con su talante, poco adecuado a lo que se ve para el ejercicio de la oposición por muchas facilidades que se le hayan dado. Y luego nos queda Más Madrid, que a pesar de las calabazas con que despachara a Iglesias resta por ver lo que dará

de sí con un Errejón encogido a la sombra.

Sin duda Madrid es un caso de estudio. La que en su día fuera símbolo de la resistencia antifascista en nuestra contienda”incivil” y último bastión en caer, ha acabado por convertirse en la zona cero de la corrupción del Partido Popular . Décadas llevan ya hollando el celebérrimo “No pasarán”, porque marrullerías aparte, con todo lo que ha caído (y está por caer ) no hay quien les saque de las instituciones, y todo no puede ser mérito suyo.

La solución está clara, animar, movilizar insuflar esperanzas en soluciones desde la política para que los más golpeados , pese a su abatimiento se acerquen a las urnas .Y aquí precisamente se echa de menos a políticos de una pieza como el ex parlamentario de Iniciativa per Catalunya-Els Verds, con su discurso, pero sobre todo con su coherencia y ejemplo personal, porque en contraste con su figura y ejecutoria política , nos topamos con un escenario que trae a mi memoria unos inquietantes versos de Yeats, “Los mejores carecen de toda convicción mientras los peores rebosan de una apasionada intensidad (“The best lack all conviction while the worst are full of passionate intensity” William Butler Yeats “The Second Coming “)

Puede que Ayuso, como proclaman en sus escaparates, a algunos haya dado la vida. Ninguna novedad, ya se la dio en su día al perrito de Aguirre; ahora urge enseñarle la puerta de salida, porque la evolución de la Comunidad con cuatro años más en su presidencia, viene como la etimológica premonición que desprende su propio apellido, aunque difícil está caer mas bajo

Que la suerte nos sea propicia a todos porque si Madrid se resfría puede que a todos nos dé por estornudar.