jueves, 22 de junio de 2017

EL PRECIO DE LA DERROTA. ( Diario Información 22 de juny 2017)








EL PRECIO DE LA DERROTA”

Si hace apenas dos años nos felicitábamos en estas mismas páginas por la llegada al poder de una coalición de izquierdas tras décadas de nefasto gobierno del Partido Popular “Que tinguem sort” (Diario Información 17/06/2015) hoy nos desayunábamos leyendo los desesperados ( y probablemente vanos)  intentos  del President Puig para que no le sieguen la hierba bajo sus pies. No dura mucho la alegría en  casa del pobre , y en la de los socialistas valencianos, ni te digo.

Aun siendo el partido de la izquierda más votado, un esclerótico PSPV no lo tenía   fácil, ni por su trayectoria e historia más reciente ni por la imagen de liderazgo que transmitía un Puig que no dejaba de ser un auténtico galápago de la política, compañero de correrías de Lerma allá por el Jurásico de nuestro estado autonómico, especialmente  cuando irrumpían en el panorama político nuevas formaciones que amagaban con finiquitar el bipartidismo imperante hasta la fecha.
Sin embargo el de Morella fue capaz de culminar un complicado encaje de bolillos que le acabaría por reportar la presidencia de la Generalitat y poner en valor la moderación de su perfil para transmitir en el día a día cierta seriedad en sus decisiones y acción de gobierno, lo que acabaría por granjearle gracias también a su acreditada habilidad de “salta charcos”, la simpatía de propios y de algunos extraños.
Y en estas estábamos cuando alguien decide amortizar a Sánchez y a Puig se le reserva un papel estelar que al parecer asume con entusiasmo. No es que el de Morella apostara por el caballo perdedor, ( que maldita la falta le hacía);es que además   sería quien con su dimisión en el comité federal, propinaría el puntapié final que precipitaría al vacío al secretario general, Pedro Sánchez, y en un insólito dos por uno, daría al traste con la unidad del PSPV, que muy a duras penas se había conseguido restablecer, como se han encargado de demostrar los hechos a posteriori..
Lo que se hizo con Sánchez estuvo mal en el fondo y en las formas. Una burda operación de tintes golpistas que no solo lo infravaloró a él, sino que supuso una afrenta a toda la militancia que reaccionó con un sonoro “ no es no”, esta vez a los contubernios en su propio partido, restituyendo a Sánchez en la secretaria general. Sin duda, es lo más parecido que en política se puede encontrar con el Di Caprio de “El Renacido” y no deja de tener sus “bemoles” que los responsables de las deserciones cuando no de descarnadas traiciones se desgañiten ahora exigiendo cuotas, integración o reclamando modales poco menos que “versallescos”
Todo esto es cierto; pero en el País Valencià se dan una serie de circunstancias que no se deberían de pasar por alto. Empezando por lo que muestran las encuestas, una lenta pero clara recuperación en la tendencia del voto a la izquierda y en especial hacia el Partido Socialista. Los valencianos hemos sufrido como pocos los desmanes y saqueos de los populares en nuestras propias carnes, educación, sanidad , dependencia y al igual que Sánchez, nos merecemos también una segunda oportunidad.




Es evidente Puig debe perder toda esperanza de repetir como President de la Generalitat por razones obvias, pero la actual dirección del partido , a la hora de pasarle la factura, debería de asegurarse de que los paganos no seamos los de siempre. No se les debe dar la menor baza a unos populares que lejos de callar avergonzados y restituir lo que han robado, aguardan la menor oportunidad para sacar tajada.
La candidatura alternativa a la de Puig y el proceso de primarias que se abrirá en breve debe de procurar no pisar más callos de los estrictamente necesarios y cuidarse de no interferir en una gestión de gobierno enfocada en la defensa de lo público (como la que hace Montón), que necesitamos como agua de mayo, justo en la línea de “Els Pactes del Botànic que tan bien nos están viniendo a todos para fastidio de unos pocos.
Se trata en definitiva de ver a quién decide hacer caso la dirección socialista actual si al Churchill, de “in victory magnanimity”, magnanimidad en la victoria, aunque no haya mediado previamente dignidad en la derrota, o al ABBA del “The winner takes it all” (el ganador se lo lleva todo), y modestamente creo que, al menos en política, no hay color.