domingo, 5 de abril de 2015

"LLEGARA LA TORMENTA" (Diario INFORMACION de Alicante, 7 de abril de 2015)

Al parecer ha empezado a cundir el pánico entre las filas del Partido Popular. Los resultados en Andalucía les ha dado con la cruda realidad en sus narices, mucho más negra de lo que barruntaban Durante una legislatura, la más larga y ominosa que sin duda nos ha tocado vivir a los españoles, se han aplicado con ahínco a infligirnos todo tipo de penalidades con los recortes inyectados vía decreto ley. Un tratamiento indispensable, insistían : habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, ya se sabe. Y lo hacían a cara de perro porque los culpables éramos nosotros ( y Zapatero, claro, al que en alguna ocasión, habíamos tenido la osadía de votar).De poco valían el arco iris de mareas que inundaban las calles plazas de las ciudades en toda España clamando en favor de los derechos que se nos cercenaban en sanidad, educación dependencia.. La respuesta no tardaba en llegar con una Ley de Seguridad Ciudadana que no sería extraño que acabara siendo plagiada en países como Irán o la Rusia de Putin, como todo el mundo sabe, democracias absolutamente consolidadas. El que entretanto estallara el caso Bárcenas, se comprobara la financiación ilegal del Partido Popular o los sobresueldos de los gerifaltes del mismo, era lo de menos; incluso cuando el caso Gürtel hiciera saltar por los aires las tapas de las alcantarillas de la calle Génova con la ola de pus y mugre que inunda hasta los mismísimos despachos presidenciales, no cambiaron el ademán- La cosa no iba con ellos. Las empresas que generosamente alimentaron las arcas del PP es de suponer que no serían hermanitas de la caridad, ni que se dedicaran a una suerte de crowdfunding ideológico. Lo lógico es que esperaran un retorno incrementado de su aportación a cargo, éste sí, de los presupuestos públicos, o dicho de otra manera, de nuestros bolsillos. En la Comunidad Valenciana se podrían escribir varias tesis al respecto, que se me ocurre podrían ser dirigidas de manera magistral por Juan Cotino, Blasco o Lola Johnson o ya puestos por el Doctor Camps, en el supuesto de que se encuentre su propia tesis, misteriosamente desaparecida, en los anaqueles de la Universidad Miguel Hernández. Sin embargo la consigna era ( y es ) ponerse de perfil , como quien oye llover y a ver si escampa. Corresponde a gobiernos anteriores sentencia la portavoz Catalá con su eterna sonrisa esculpida a cincel. Con todo, por muy terribles que hayan sido las consecuencias que las medidas que el partido Popular haya adoptado en esta detestable legislatura, lo peor ha sido su manifiesta incapacidad ya no de “empatar” con los que sufrían, los desahuciados, los enfermos de hepatitis, los dependientes abandonados a su suerte, sino de transmitirles algún tipo de explicación coherente. Es lo mínimo que se le debería de exigir al líder de una nación. Sin embargo, nos hemos topado con un jefe del gobierno de mirada esquiva , permanentemente a la defensiva, huyendo despavorido por puertas traseras cuando no encontraba una pantalla de plasma tras la que parapetarse, o una mayoría absoluta, que es lo que ha usado en el Congreso como ariete para acabar por convertirlo, al templo de la palabra, en una triste parodia de sí mismo, a golpe de decreto ley. No es extraño, por lo tanto, que en la última reunión de la plana mayor del Partido Popular, al parecer nadie se atreviera o quisiera a tomar la palabra.”Que alguien diga algo” cuentan que dijo Rajoy presa del pánico (una vez más) - .En “Del Sentimiento Trágico de la Vida”, decía Unamuno que el lenguaje nace de la necesidad de comunicarse con los demás. No parece que sea esta de las más perentorias para los populares en vista de esta anécdota o lo que es mucho más grave, del caso que han hecho a los familiares de las víctimas españolas (49) de Germanwings, a quienes han ignorado, en doloroso contraste con lo que ha pasado en otros países vecinos. Sucede que D. Miguel establecía esta necesidad de hablar con el prójimo como condición previa indispensable para el pensamiento , que no es otra cosa que hablar con uno mismo. O dicho de otro modo, al Partido Popular se le han acabado las ideas y el tiempo, a escasos meses como estamos de nuestras próximas citas electorales. Son otros los que en breve hablarán y por lo que parece, tienen bastantes cosas cosas que decir. Es lo que tiene la democracia, que aunque sea cada cuatro años, y aunque en ocasiones estos se nos antojen una eternidad, al final siempre acabamos por recuperar lo que nadie nos puede quitar, porque es su misma esencia: la palabra. Aquí y ahora, una cuestión de pura supervivencia.