Tenía que ocurrir y así ha sido.Leía hace ya algunos días el prólogo que José Luis San Pedro redactó sobre este magnífico opúsculo del nonageario francés Stephane Hessel y me gustó. Todas las condiciones se daban para que la chispa prendiera y la frustración rabia e impotencia de un importante segmento de la población española se hicieran visibles.
Es el desencanto de una generación joven y preparada que se ha visto engañada por Tirios y Troyanos; que estudió para asegurarse un porvenir y un buen empleo y que se ha encontrado como mucho, con contratos basura, mil euros de nómina, cuando no en el paro. Unos jóvenes que soñaron con una vivienda en propiedad , que han acabado perdiendo (no así la deuda, que les segirá persiguiendo de por vida, dada la legslación que regula las hipotecas en nuestro país). Unos jóvenes que contemplan con espanto como se perpetuan en los cargos imputados por casos de corrupción, que se regodean impunes, ajenos a la que está cayendo al resto de los mortales.
No son del todo justos San Pedro y Hessel en sus reproches, sin embargo . En su época el enemigo estaba bien definido. Era fácilmente identificable con sus vistosos uniformes, correajes y esvásticas. Las chimeneas de los campos de conentración se veían a kilómetros de distancia,vomitando humo y olor a carne chumascada.
En modo alguno pretendo quitarles mérito alguno a nuestros venerables nonagenarios, pero las trincheras de hoy no están tan claras ni el enemigo es tan visible.Es una batalla desigual, asimétrica e injusta. Los que nos regalaron los oídos con esfuerzos recompensados, trabajos y una vida feliz bajo un techo en propiedad, son las más de las veces nuestros seres más queridos. Los capitales se esfuman a la velocidad de la luz y uno no sabe donde hay que cavar la trinchera ni por donde nos llueven los tiros.
Para más INRI, los que más felices se muestran con esta creciente ola de descontento son, precisamente, los responsables de haberla creado con su liberalismo salvaje y la especulación. Se las prometen felices pensando en la abstención que se va a generar. Ya se encargarán ellos, cuando gobiernen de amordazar a unos, enchironar a otros, (o por lo menos intentarlo, como con el portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Angel Luna).Es el más puro estilo Berlusconiano , que en la Comunidad Valenciana cabalga a lomos del Canal 9.
Aunque también es verdad que, si con la que está cayendo y en plena campaña, si lo único que se le ocurre decir a Zapatero para dar solución a los cientos de miles de familias que están perdiendo sus casas, es "que están tabajando en ello" , quiere decir que no se ha enterado aún de nada.
Peor para él, pero sobre todo, créanme, mucho peor para nosotros.
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