miércoles, 4 de mayo de 2011

Je accuse

Si ayer eran los jueces los que les ponían  las pilas a unos políticos carentes de iniciativa, coraje (y sobre todo de vergüenza) al intentar  poner fin  a las sangrantes injusticias que se dan  en el mercado inmobiliario español, hoy le toca el turno a los periodistas.

Hartos  de que los ilustres líderes de las diversas fuerzas politicas  les dejen con la palabra en la  boca en sus comparecencias públicas, al no permitir las preguntas, van a  dejar de dar cobertura a aquellos que en campaña electoral quieran seguir con tan deleznable proceder.

Muchas de las libertades de las que gozamos en las democracias modernas, se deben en gran medida al trabajo, no exento de riesgos de los periodistas. Desde el famoso "Je accuse" de Zola  en el  Liberation, pasando por el Watergate  hasta llegar al  actual weak i leaks, la prensa  ha tenido un  papel decisivo en la consolidación de las libertades y en la denuncia de corrupciones y abusos de poder. Todos estamos en deuda con ella.


Aquellos políticos que pretenden amordazar a los medios de comunicación libres,evitando las preguntas  para no  dar explicación alguna de sus responsabilidades políticas, ya sea de gobierno o de oposición, se merecen, como mínimo, el desprecio.

Y muy especialmente cuando muchos de ellos han usado las televisiones autonómicas que controlan para la promoción personal, al más puro estilo Berlusconiano, sin importarles el endeudamiento en  que las hacían incurrir.
Seguramente porque no lo  tienen que pagar  de su propio bolsillo, claro.

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