Ya decíamos ayer lo rocambolesca que nos estaba pareciendo la visita del Molt Honorable? presidente de la Comunidad Valenciana a L'Alfàs del Pi.. Al final no ha venido. Ha suspendido su intervención en el acto.
Es evidente que la campaña electoral está siendo un auténtico calvario para él, perseguido como está por fiscales y acreedores por doquier. En otras circunstancias yo me había atrevido a decir eso que escuchamos a veces, "es digno de lástima". Dado el estado de cosas y la gestión que ha hecho de los fondos e instituciones públicas que los valencianos le encomendáramos en su día, los dignos de lástima seremos nosotros tras las elecciones.
No creo que tengamos que esperar mucho para ver, lo que queda del estado de bienestar, asediado por los mercados y el gobierno conservador; más aún de lo que ha estado hasta ahora. Lo dicen sin recato alguno. Se saben ganadores y adelantan que sus culpas, de haberlas (ellos aún lo dudan), serán expiadas a través de su mayoría en las urnas. Lo confunden todo y olvidan algunas cosas elementales en democracia : la separación de poderes y que la Justicia sólo puede ser justa, mientras sea ciega.
También las urnas catapultaron a Hitler al poder en Alemania y todos conocemos el final de la historia.
Espero, por la cuenta que nos tiene, que el nuestro (y también el de Camps), sea menos dramático
No hay comentarios:
Publicar un comentario