La campaña electoral no ha podido empezar...peor. La reacción del Partido Popular ante el fallo del tribunal Constitucional, que permite a Bildu, la formación abertzale vasca, presentarse a las elecciones autonómicas, ha vuelto a arrancarles las caretas.
Los conservadores de nuestro país no consiguen dejar a un lado los "tics" de nuestro pasado más oscuro. Cuando la polícía les investiga, por corrupción mayormente, es porque está politizada, según ellos.Si son los jueces los que les imputan, es porque reciben instrucciones del Gobierno. Si el Tribunal Constitucional emite un fallo que no les satisface, se echan al monte, atacando a los magistrados, incluso en lo personal. Es decir, que se dedican a romper continuamente la "baraja", nuestro sistema democrático.No les gustan las reglas del juego, pero no tienen el valor suficiente de decirlo, porque aún pretenden engañarnos.
No me hace ninguna gracia lo que tenga que ver lo más mínimo con los terroristas. Pero si no se respetan los fallos de nuestra máxima institución judicial, no sé qué hacemos aquí. Por otra parte, estoy prácticamente convencido de que un recurso a Estrasburgo hubiera acabado con la anulación de las elecciones vascas. ¿Se imaginan lo que hubiera supuesto un hecho semejante?; probablemente un ridículo mayúsculo para un estado democrático y una buena dosis de combustible para sus enemigos.
Los populares, que tienen muchas probabilidades de gobernarnos en un futuro no muy lejano , deberían aclararnos a qué quieren realmente jugar. Su comportamiento nos recuerda, con demasiada frecuencia a aquellos niños malcriados y un tanto pendencieros que, cuando las cosas no les iban de cara, rompían el juguete o colgaban la pelota.
Lo que sucede es que ya no se trata de un juego de niños ahora y el juguete es, ni más menos que nuestra democacria, que tanto nos ha costado implantar, aunque a unos más que a otros, todo sea dicho.
Nunca en tan poco espacio se podía decir tanto y tan claro. De nuevo enhorabuena.
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