Hay muchas concomitancias entre las Comunidades de Madrid y Valencia. Las dos han venido teniendo un gobierno del Partido Popular durante décadas. Las dos están siendo sacudidas con fuerza por la corrupción. En las dos se están aplicando con más o menos descaro políticas neoliberales desmantelando servicios públicos, que pasan a ser subsidiarios de lo privado... y en las dos se trata peor a los menos favorecidos.
Tuve la suerte de poder ir a Suecia a finales de los años setenta, siendo un joven estudiante de segundo de magisterio.Recuerdo que una de las cosas que más me impresionaron fue la dignidad con la que se trataba a las personas desvalidas por la edad o la enfermedad. Lejos de erigirse en pesadas cargas para sus familiares, eran atendidos en centros donde también los jóvenes estudiantes podían ganarse algún dinero ayudando en periodo de vacaciones.
Han tenido que pasar casi cuarenta años para que llegara a nuestro paìs algo similar, con la Ley de Dependencia, aunque desdibujada por la terrible crisis económica y , esto es lo peor, por la falta de voluntad de los gobiernos autonómicos del Partido Popular.Precisamente han sido en Madrid y en Valencia donde menos casos se han resuelto favorablemente. Llevamos años de retraso, con miles de personas desatendidas, algunas de las cuales han fallecido en las peores circunstancias antes de ver reconocido los derechos que por ley les correspondían.
Ahora nos enteramos de que, en víspera de las elecciones locales y autonómicas, han tramitado de golpe, miles de expedientes . Eso lejos de exonerarles, agrava sus terribles responsabilidades, porque se evidencia, por si había alguna duda, alevosía y premeditación.
Y todo, sin entrar a valorar los reconocidos intereses que algunos políticos populares tienen en la gestión de centros privados de atención a personas dependientes.
(Por cierto, nunca llegué entender por qué al promotor de La Ley de Dependencia Española, Jesús Caldera, fue relegado a un segundo plano en la siguiente legislatura)
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