viernes, 10 de junio de 2011

Tal como ayer

Ya lo dice el refrán: " a perro flaco, todo son pulgas". Hay   un centener de pueblos o algo más,según  tengo entendido, cuyo gobierno puede ser progresista, esto es...si Izquierda Unida quiere.
Nunca acabé de creerme la afirmación de Cayo Lara  cuando aseguró que ni por activa, ni por pasiva, su Partido facilitaría el acceso al poder a los conservadores. Unos días después ya la habían liado.

Podrán ponerse todas las excusas que se quieran. Los socialistas no son unas hermanitas de la caridad y estoy convencido que  las habrán hecho de todos los colores en algunos de esos pueblos. Estoy dispuesto a conceder que los enconamientos personales son los más difíciles de sortear, especialmente en las localidades pequeñas, pero dar el gobierno  de cientos de municipios en contra de lo que predicaran en las elecciones a diestro y siniestro, con la que está cayendo, clama al cielo.

Personalmente, nunca me lo creí y además, llueve sobre mojado. Recuerdo como si fuera ayer el triste final de un político al que almirara yo en alguna ocasión, Julio Anguita. Un auténtico fantoche, bailándole el agua a Aznar, en nombre de una ridícula teoría del "sorpasso". Según él, su formación iba a adelantar en seguidores al PSOE, por la izquierda. Lo único que consiguió fue reducirla a una presencia  casi testimonial en el Parlamento, la consolidación de la derecha durante largos años en el poder y también, todo hay que decirlo, una cómoda reincorporación a su vida laboral, sin prisas, tras disfrutar de una extraña sinecura en el congreso que le consiguiera Aznar como pago a sus servicios prestados.
Por mi parte tuve la desgracia de vivir en primera persona algo similar en L'Alfàs del Pi, donde primero Izquierda Unida, y después una tránsfuga sustenttaron un gobierno del Partido Popular ante  la pasividad de sus estructuras superiores, por mor  de la tan traida y llevada, (por ellos)  "autonomía municipal".

La tradición cainita de esta formación política la tiene sobradamente acredidata. Si todo lo que hemos dicho les parece poco,no tienen ustedes más que cogerse el maravilloso libro de George Orwell "Homage to Catalonia" (" Homenaje a Cataluña"). Nos relata el autor como, siendo un joven brigadista en nuestra Guerra Civil, si no sale por piernas, no lo hubiera contado, y no por las balas franquistas, sino por las de los comunistas, porque a los anarquistas como Orwell se las tenían jurada.. Así les fue en la guerra.
Es cierto que la situación ahora, en principio es menos dramática, pero si la simple mención del "sorpasso" resulta desternillante  en las actuales circunstancias , cuesta mucho de imaginar qué se disponen a hacer con los restos del naufragio.

miércoles, 8 de junio de 2011

La trágica estela de las dos Españas.

Ha fallecido Jorge Semprún. Como es habitual todo son loas y parabienes, incluso de parte de aquellos que no tuvieron en su día un comportamiento demasiado elegante con el intelectual español . Fue ministro de cultura allá por los años ochenta, pero reconozco que  apenas guardo recuerdos de su gestión, a excepción de una imagen un tanto huraña y distante.También es posible que sea debido a lo que apuntaba hoy Eduardo Arroyo en El País, a . una cierta campaña de hostigamiento por parte de la prensa progresista, (a cuya lectura desde siempre he tenido adicción).
Hay dos aspectos de su vida y forma  de ser, que al conocerlos ahora, me han gustado. En primer lugar el temple del superviviente de Buchenvald, que se negó a publicar sus memorias, en las que denunciaba aspectos no demasiado favorecedores para sus  ex compañeros del Partido Comunista Español, hasta que éste estuviera legalizado, y los implicados pudieran defenderse.
El segundo  hace referencia a su afirmación de que se sentía francés y español al mismo tiempo, pero más francés cuando estaba en Madrid y más español cuando estaba en París. Es difícil decir más  con menos palabras o ser mas sutil y elegante al lanzar  lo que no deja de ser una auténtica  carga de profundidad conceptual.
Por mi parte, sólo dos lamentos. El primero, no haber sabido encontrar el tiempo para  acercarme a una figura como la de Semprún, de la que tanto se puede aprender, en lo  político y en lo intelectual, pero sobre todo en lo personal: su inmensa capacidad para perdonar: a los nazis, a los comunistas,  a los socialistas, que al parecer le sometieron a algún desaire que otro . Pero la ventaja de los autores es que nunca se van del todo; su obra pervive y aún estoy a tiempo.

El segundo viene motivado por la postura de un Parlamento Español, que ha ignorado la desaparición del escritor español, que para más INRI, estuviera en su día  sentado en sus escaños como ministro. Es sorprendente que un presidente del Congreso como José Bono,  tan hábil para proponer la dedicatoria de placas a alguna monja destacada,en una polémica iniciativa que fue acertadamente aparcada, haya protagonizado este imperdonable despiste.Al parecer la Ministra de Cultura, que se declara ferviente admiradora de Semprún, tampoco ha tenido el ascendiente necesario sobre los integrantes de su grupo para que no se produjera este innecesario  y cruel desaire final..

Por suerte, como suele suceder, el tiempo acabará poniendo a cada uno en su sitio, aunque lo bueno sería poder vivir para verlo.

lunes, 6 de junio de 2011

El ejemplo de Breda









Hace  tan solo unas semanas de regreso  a Maastrich, recuerdo haber pasado junto a una señal que indicaba  la salida correspondiente a Breda. Me vino al instante el famoso cuadro de Velázquez "La Rendición de Breda", conocido también por "Las Lanzas". Siempre me impresionó la grandeza con que el genial artista  pintara tanto al vencedor, el aristócrata genovés Ambrosio de Spinola, como  al comandante holandés Justino de Nassau. El primero, generoso y humilde en la victoria. El segundo digno en la derrota en  la que debió ser una terrible y cruenta batalla.
Es por eso que me entristece profundamente el panorama con el que nos encontramos en nuestro país. Tenemos aquí una derecha que, si ya en su día diera preocupantes muestras de no saber perder, ahora las da de no saber hacer lo propio con la victoria. Es decir, son lo que se dice "malos perdedores y peores ganadores.".
Cuando fueron derrotados por primera vez por los socialistas, no es difícil recordar cuáles fueron las reacciones de Aznar, Zaplana y Acebes. Los culpables fueron la banda terorrorista ETA, a la que aún se atreven a acusar de los atentados de Madrid y los SMS que se enviaron convocando a los madrileños ante la sede de Partido Popular. Nunca reconocieron la legitimidad de la primera victoria socialista.
Ahora nadie duda de su victoria. Han arrasado en las autonómicas y municipales. Nadie lo pone en duda y su comportamiento es, aún si cabe,  más canalla:  intentando el boicot al gobierno utilizando las autonomías que controlan o avisando a los cuatro vientos, para  que los mercados se enteren y nos cobren los intereses más altos, de la quiebra que, según ellos, se cierne sobre Castilla la Mancha.
Hay muchas formas de golpismo y estos se  las conocen todas.
Lo cierto es que queda tiempo aún para las generales. A los populares, que han ganado, les va a tocar gobernar y aplicar su programa oculto y son conscientes de que esto, al haberlo escamoteado a los electores, una forma de pérfido engaño como otra cualquiera, tendría un coste electoral que quieren ahorrarse. La solución  pasa por desestabilizar a Zapatero sea como sea y si para eso hay que seguir la estela de Portugal, pues que así sea.
Por cierto, y a modo de  anécdota simpática, habría  que decir que la grandeza de los descendientes de la casa de Orange, en las antípodas de los dirigentes de nuestro Partido Popular se evidencia también en la letra del himno naciona holandésl, donde, a pesar de las barrabasadas que el Duque de Alba  debió de cometer en el país de los tulipanes, éstos aún se disculpan ante nuestro monarca de entonces alegando que su sublevación iba contra el desalmado Duque y no contra la corona hispana.

Y es que ni  lo cortés  quita lo valiente, ni la victoria  justifica la mezquindad.

viernes, 3 de junio de 2011

En boca cerrada, no entran moscas.

Mariano Rajoy ha dicho que sólo da ruedas de prensa cuando tiene algo que contar. Hace  más de diez meses que no daba una. Ni  siquiera en la reciente campaña electoral fue  capaz de decir "esta boca es mía". No les digo ya con los diferentes "problemillas" que algunos de sus barones  o destacados miembros de su partido va teniendo  con la justicia, (hoy, sin ir más lejos, la alcaldesa de Alicante  y el ex alcalde Díaz Alperi).

Conviene, por lo tanto, analizar sus palabras con la debida atención. Ante sus barones, parecía sorprenderse de la deuda sanitaria española. Le sacó de dudas el presidente gallego Feijó, que en su día fuera director del INSALUD, dato que no sería de extrañar sumiera al líder popular en la más absoluta de las consternaciones.
El presidente de Murcia y el de la Comunidad Valenciana, al que la justicia va a perseguir por pagar supuestamente la campaña electoral  ( también la de Rajoy, con toda probabilidad) del 2008 miraban hacia otro lado, como si la cosa no fuera con ellos.

En otra reunión con empresarios afirmaba  con énfasis que tendremos el estado de bienestar que nos podamos permitir.No es muy dificil colegir lo que se dispone a hacer, trocear lo público y abonar el terreno para que algunos  de los que tenia  sentados frente a él,  hagan negocio a costa de nuestra salud y la eduación de nuestros hijos, terrenos en los que sin duda se dispone a entrar a saco.

Este probablemente será el principal reproche que con el tiempo le acabaremos haciendo a Zapatero: el que con los continuos errores y vacilaciones de esta segunda legislatura haya propiciado involuntariamente la arrolladora victoria de una derecha que, si nadie lo remedia,  va arrasar con los avances sociales que los gobiernos socialistas se han desgañitado defendiendo.Aunque  lo cierto es, dicho sea de paso, que  en alguna ocasión tampoco estaría de más, es mi opinión, que alguno de sus ministros y ministras  hicieran un esfuerzo e imitaran a Rajoy, en la parquedad de sus intervenciones...por el bien de todos.

En otro orden de cosas , la ruptura de la negociación  sobre el mercado  laboral ente sindicatos y empresarios, propiciada por la actitud montaraz de estos últimos, que han reconocido "presiones", no sé por qué me ha traído a la memoria lo que le sucediera a Allende en los últimos meses de su atribulado mandato.

jueves, 2 de junio de 2011

Paisaje después de la batalla.

Al final resulta que los pepinos no han tenido la culpa de la muerte de los desafortunados ciudadanos alemanes. Hay  pocas dudas sobre la precipitación de las declaraciones de unas autoridades germanas que han armado " la marimorena" y puesto patas arriba la economía de un sector que en nuestro país supone casi un dos por ciento del PIB.

Sin ánimo de disculpar  a nadie, tampoco lo tenían fácil. En estas mismas páginas glosábamos un trágico episodio que sucediera en nuestro país  en la década de los ochenta y el ridículo de la ministra de sanidad del Partido Popular  dando a la ciudadanía su revolucionaia receta para un "caldito sin huesos de ternera", por  la enfermedad de las "vacas locas",  hace tiempo que ha pasado a la historia de lo sublime.
Lo cierto que esto ha puesto en evidencia la debilidad de las costuras europeas, la prepotencia de unos, los complejos de otros y la timorata actitud de unas autoridades en Bruselas, que ha sido casi lo peor, exceptuando, claro está , lo de los  fallecimientos de unos inocentes consumidores.


No es creible aquello de la firmeza que algunos exigen frente a Europa en general y Alemania en particular,  cuando a nadie se le escapa que la única solución posible , que  es recuperar la confianza de los mercados,  precisa de la necesaria complicidad de esas mismas autoridades. La reparación económica no es suficiente, porque sucede que al día siguiente se debería estar en condiciones de reanudar las exportaciones.


Siempre se puede encontrar algo positivo; también en esta ocasión . Por mucho pepino que se zampen Rajoy y sus conmilitones, una vez más, como en el caso de la presión de los mercados sobre la deuda  española, y la aprobación  de las medidas de ajuste en el Parlamento,  se les ha vuelto a ver el plumero. Para ellos, cuanto peor, mejor...


Alguien debería ser capaz de juzgarles por alta traición, pero me temo que Garzón no está en sus mejores momentos.

Ya se han encargado algunos de que así sea.

martes, 31 de mayo de 2011

El mito de Europa









El mito de Europa Pocos dudan  ya de que la idea de una Europa sin fronteras en lo humano y en lo político está en crisis. Sólo los capitales parecen cruzarlas ingrávidos embozados de manera más o menos descarada, mientras el mundo se hunde a su alrededor.

 No es nada nuevo;  lo vivimos de forma vergonzante  hace ya algunos años en las guerra de los Balcanes. Sus heridas no han cesado de supurar y nadie sabe cómo acabaran las revueltas que los bosnios están protagonizando hartos ya de tanta pobreza y corrupción. La presión de la inmigración a la que están sometidas sus fronteras en el sur, ha hecho estallar las costuras democráticas, cosidas sin demasiada convicción en el caso de algunos cargos y gobernantes del Partido Popular. 

En un “plis plas” han conseguido que el prestigio que la guardia civil había venido atesorando tan laboriosamente en los años de democracia, se hundiera acompañando a los cuerpos de los desafortunados inmigrantes a quienes, siguiendo las órdenes no sabemos quién (aún), disparaban pelotas de goma. A esto se le han venido sumando un sin fin de problemas y desencuentros. 

Reaparecen de nuevo los fantasmas del nacionalismo en Suiza, asciende la ultraderecha en Francia, la insolidaridad con los trabajadores extranjeros se adueña de Bélgica y Cameron sueña con duplicar la anchura del Canal de la Mancha. Y todo esto sin olvidar las secuelas que los rescates han dejado en los países más afectados por la crisis financiera o la   inoperancia de la que el viejo continente ha hecho gala para afrontar  nuevos escenarios de conflicto en lo internacional; si ayer fue Libia, hoy lo son Siria y Ucrania, a las que se acaba de sumar Bosnia, en los Balcanes, que tanto han dado de sí en la historia Europea.

 La distancia entre el norte y el sur se ha ido agrandando. Han aumentado  los recelos, cuando no los  agravios y unos se rebelan al verse como paganos mientras los otros se resienten en el papel de víctimas de las draconianas medidas  a las que se ven sometidos por los mercados. 

 Como siempre la verdad es poliédrica. Merkel y Sarkozy en su día sintieron el aliento de una oposición, más euroescéptica que ellos en sus pescuezos y se vieron forzados a  desenvolverse en su mismo terreno. Sarkozy ha pasado a mejor vida política al tiempo que Merkel gobierna plácidamente con los socialdemócratas después de que Holland se haya rendido con armas y bagajes sin apearse apenas de la moto con la que iba a visitar furtivamente a su penúltima amante. 

 La paradoja es, sin embargo, que los problemas que tiene nuestro viejo continente sólo podrían  afrontarse con "más Europa" y no con menos, que parece que es hacia lo que avanzamos. Sólo unificando políticas económicas y fiscales se evitarán que se reproduzcan los desajustes actuales. Sólo unificando criterios y reforzando a los organismos de control europeos  se podrán prevenir  en el futuro que declaraciones como la de responsables de un Länder, pongamos por caso, puedan poner "patas arriba" la economía de un socio europeo, como sucedió en el 2011 con el caso de las supuestas hortalizas españolas contaminadas en Alemania. 

 Zeus, que según la mitología raptó a Europa, tras consumar el acto amoroso, se dice que le regaló, un perro que nunca soltaba a su presa y  una jabalina que nunca erraba. Ambos se me antojan ahora más necesarios que nunca;  el primero para amarrar la unidad de este convulso continente, y la segunda para acertar en las decisiones que marquen su futuro más inmediato, porque no es que la alternativa sea peor, sino que en el mundo de la globalización  hacia el que avanzamos irremisiblemente no cabe  otra alternativa, porque como muy bien saben los moradores del Monte Gurugú, a las puertas de Ceuta, tras las fronteras de Europa sólo campan el frío y la desolación.
n.

lunes, 30 de mayo de 2011

"Ladran, luego cabalgamos"










Al final va a ser Alfredo Pérez Rubalcaba quien tome el testigo de Zapatero para la próxima legislatura. Han arreciado los comentarios en todos los sentidos sobre su persona,personalidad y trayectoria política. Los de carácter positivo, resaltan la  condición  de velocista en su juventud, su habilidad dialéctica y experiencia; el terror que despierta en sus adversarios la media sonrisa con la que les atiza desde su escaño. Los del bando contrario ya no saben a que agarrarse: está calvo, tiene las orejas grandes, ha pactado con los terroristas de ETA, (a los que está apunto de exterminar), etc, etc etc.

Lo cierto es que cuando parecía que todo  estaba ya acabado, sucede que va a seguir "habiendo partido". Va a resultar que a Mariano Rajoy, al que ya sólo le quedaba, (eso pensaba él), esperar la caída de Zapatero por la crisis,  se va a tener que "poner las pilas" . Se han insuflado nuevos ánimos en los alicaídos espíritus socialistas y la verdad es que falta hacía.

En mi opinión sobró dramatismo en la renuncia pública de Carmen Chacón a competir en primarias por la candidatura socialista Ella  misma en alguna ocasión  había desvelado sus ambiciones, legítimas por otra parte. Luego se ha sabido además  que  ya tenía proyectos de equipo y hasta de página web.

No ha trascendido nada similar de Rubalcaba que se limitó a decir que estaba centrado en su trabajo por completo, y así ha debido ser, vistos los resultados. Esto es precisamente la mayor garantía de acierto en la elección.


Para aquellos que aún puedan albergar alguna duda, no vendría mal recordar lo que le dijera en alguna ocasión Don Quijote de la Mancha a su escudero Sancho: "ladran, luego cabalgamos..."