miércoles, 9 de abril de 2014

"" DE HEROES Y DE TRUHANES" Diario INFORMACION DE ALICANTE, 9 de abril de 2014

“De héroes y de truhanes” Nunca voté a Adolfo Suárez. Las primeras elecciones democráticas me sorprendieron con diecisiete años y la mayoría de edad la celebraría más tarde votando por la Constitución, hoy en sus horas más bajas tras el cuestionable “lifting” al que la sometiera Zapatero por prescripción facultativa de Bruselas. Suárez ganaría las elecciones de 1979, también sin mi voto. Siempre vi en él , como creo que pasó a buena parte de mi generación, a una especie de esqueje del franquismo en el que jamás se me pasó por la cabeza depositar mi confianza y confieso haberle reído la gracia al ocurrente y corrosivo Guerra, cuando le llamara “tahúr del Mississipi”. ... Y sin embargo ahora he lamentado sinceramente su pérdida y no he podido evitar un a sensación a medio camino entre la orfandad y la culpa por no haber sabido verbalizar hasta la fecha mi reconocimiento y gratitud por todo lo que el ex presidente es evidente que ha hecho por nuestro país. En mi descargo podría aducir, claro, la juventud de entonces , la falta de perspectivas y la efervescencia con la que vivimos aquellos años, tan complicados como desbordantes de ilusión y con unas expectativas que el tiempo,( y la condición humana) se han encargado de situar en sus justas y poco halagüeñas dimensiones. Es cierto que España ha cambiado muchísimo en todo este tiempo, que nuestra inserción en las instituciones Europeas es total e irreversible; que hace tiempo se ha dejado atrás el ruido de sables y que el último “fru fru “ de sotanas a cargo de Rouco en el mismísimo funeral del ex presidente se nos antojó algo más propio de “halloween” que otra cosa; por lo extemporáneo, y por eso de : “truco o trato”. Pero no lo es menos, sin embargo, que nuestro país ahora, como entonces, atraviesa momentos de extrema dificultad., con la gran paradoja en esta ocasión, de que los causantes de la mayoría de nuestros males son aquellos que se postulaban como solución, los políticos, que se iban a encargar de velar, eso decían, por nuestras libertades y bienestar colectivo. Quizá sea por eso que el adiós a alguien que se consumiera en el gobierno, luchando contra viento y marea, que aguantara el tipo con valentía ante el humo de los subfusiles, mientras todos, casi todos,” reptaban” a su alrededor; a alguien era capaz de dirigirse al pueblo en esos primeros planos en los que destacaba su mirada clara y transparente, no hace sino acuciar nuestros sentimientos de soledad y abandono. Incluso en la más célebre de sus frases, aquella de “puedo prometer y prometo...”, no habremos de encontrar más que compromiso y humildad para abordar el que sería su primer y más relevante objetivo, un simple “ ...intentar elaborar una Constitución en colaboración con todos los grupos representados en las Cortes, cualquiera que sea su número de escaños. Como contraste tenemos ahora de presidente a alguien que figura en los papeles de Bárcenas como perceptor de dinero “B” en metálico y en especie, y que en lugar de dar las obligadas explicaciones, se dedica a repartir paro, recortes y copagos por doquier con sus políticas ; a alguien que sale escopeteado por puertas traseras cuando intuye el “click” no ya de un subfusil, que sería humanamente comprensible, sino de una cámara fotográfica; a un presidente que muestra una inquietante incapacidad para mirar a los ojos a su interlocutor o para articular tres frases seguidas sin balbucear. A alguien, en definitiva que ha elevado las pantallas de plasma a la categoría de “preservativo” de la libertad de expresión en nuestro país. El tiempo, “gran escultor”, ha perfilado las verdaderas dimensiones de la persona y obra del ex presidente Suarez , titánicas, sin duda , jibarizando a su vez las de algunos sus compañeros de travesía que han dilapidado por el camino el bagaje de dignidad y autoridad moral que hubieran atesorar en sus ejecutorias políticas o institucionales, puede que demasiado ocupados amasando honores y prebendas para reparar en las posturas tan poco gloriosas con las que a buen seguro habrán de pasar a la posteridad. Con Suárez desaparecen en suma , los ideales de toda una época a los que los españoles con el paso de los años hemos llegado a considerar épica, como la propia trayectoria de su principal valedor y sobre todo su final político y personal, triste, sin duda, más propio de una tragedia griega. . Esta falta de referentes, esa dolorosa ausencia de los ideales que nos acompañaran en las primeras etapas de nuestra singladura democrática,( todo parece hundirse a nuestro alrededor) no hace sino aguijonear nuestros sentimientos de desafección política y de soledad, hasta el punto de hacer buena aquella frase que hace años leyéramos en las Memorias de Adriano de Yourcenar: “cuando los dioses ya no existían y cristo aún no había aparecido, hubo un momento único desde Cicerón A Marco Aurelio en que sólo estuvo el hombre”, es decir, el ciudadano de a pie. El pueblo, al que las políticas del Partido Popular intentan por todos los medios reducir a la condición de vasallo, ha estado a la altura, una vez más en el último adiós Adolfo Suárez y las únicas esperanzas de regeneración democrática que tal vez podamos albergar radican, en mi opinión, en los numerosos jóvenes que pudimos ver haciendo cola para rendirle un último homenaje . Tal vez sea ésta la última oportunidad que tengamos los de mi generación para saldar parte de enorme deuda que en su día contrajéramos con el presidente fallecido, poniendo en valor su obra ante las futuras generaciones para que, exorcizados los viejos demonios de nuestro país, podamos encarar el futuro con una mínimas garantías de éxito.

jueves, 13 de marzo de 2014

EL POBLE TENIA UNA ROSA










“EL POBLE TENIA UNA ROSA” 


 A la hora del café no hace mucho caímos en la cuenta unos compañeros y yo cómo la mayor parte de nuestra carrera profesional hemos tenido la desgracia de llevarla a cabo bajo gobiernos del Partido Popular, lo que tratándose del campo de la enseñanza, no deja de tener unas connotaciones dramáticas. Hemos visto cómo se ha pasado en los últimos veinte años de la mezquindad y cicatería, a entrar directamente con la piqueta en la escuela pública. Cómo interpretar si no la cesión de suelo público a entidades privadas para la construcción de colegios, la supresión de becas de libros y de comedor, aumentos de ratio y la proliferación de universidades privadas cuando se le escatiman fondos a las públicas y un interminable etc... Y todo esto lo hemos vivido ante la incomparecencia del principal grupo de la oposición, más pendiente de las prácticas del navajeo que secularmente le han venido caracterizando para quitarse de en medio a cualquiera que al despuntar, pusiera en peligro los intereses de las innumerables familias que parasitan sus anquilosadas estructuras orgánicas Así, algunos consellers como Ciprià Ciscar o Joan Romero, que habían dado muestras , los dos, de saber lo que se traían entre manos en el terreno -siempre minado- de la educación, apenas tuvieron un paso fugaz por la Conselleria, dejando el campo expedito a personajes tan pintorescos como el forense Font de Mora (Blueberry fountain, como el mismo se llamó), al que la actual consellera esta “haciendo bueno”, en algunos aspectos , tal vez por proceder esta última de una universidad privada, mientras que el otro se formó en la de Valencia, que en algo se ha de notar. Es por eso que la iniciativa de Ximo Puig de organizar las primeras primaria abiertas en la historia de la democracia española, y de que esto haya tenido lugar en el País Valenciano, tiene que tener una importancia que ha de ir mucho más allá de la lógica desesperación de una organización política por recuperar la confianza que los ciudadanos le han negado durante décadas. Si el resultado ha sido el esperado, no ha sucedido igual con la entusiasta participación en un proceso que, buenas intenciones aparte, presentaba algunos flancos débiles, claramente perfectibles que militancia y simpatizantes han preferido soslayar. Con su participación masiva han enviado una potente señal al Partido alumbrando el camino por el que se debería transitar en el futuro más inmediato. Ximo Puig se merecía ganar las primarias. La simple decisión de promoverlas desde su cargo de secretario general da muestra de una audacia y generosidad indiscutibles y que le acreditan ya por sí solas para liderar a una organización de vuelta tras su interminable travesía del desierto, especialmente si lo que ha de encontrarse ante sí a su regreso dista mucho de ser un oasis idílico o la tierra del “jardín y de las flores” que dice la canción Tampoco podemos ignorar el valor de su oponente Gaspar, que con la sola plataforma de una modesta alcaldía ha disputado la candidatura gallardamente al primero, sorteando todo tipo de dificultades sin olvidar el detalle, para nada menor, de que ha sido él mismo condición necesaria para la celebración de las primarias.. En unas declaraciones a la Cadena Ser oí como el ganador decía que “se han abierto las ventanas” y eso esta muy bien...para empezar. La elevada participación de militantes y simpatizantes mandan unas inequívocas señales de anhelos de cambio. No sólo se deben abrir las ventanas de la organización a la participación ciudadana. Se han de abrir, y de par en par, las puertas. Unas puertas que nunca más deberían de ser giratorias y que deberían facilitar a un tiempo la entrada de todas las iniciativas de los ciudadanos que ven en la política un mecanismo para mejorar la sociedad en que vivimos, para hacerla más justa y amable y una salida aún más ágil, para todos aquellos que la hayan querido pervertir con fines bastardos. No es que se haya de escuchar lo que dice la sociedad, es que se ha de formar parte de la misma. Un partido socialista no puede permitirse, por ejemplo, llegar con retraso la lacerante injusticia de los desahucios, callar cuando se indulta a un delincuente financiero, por poderoso que éste sea, o ignorar los devastadores efectos que en la ciudadanía tiene el que se aprovechen las ventajas que ofrece el ejercicio de un cargo público para situarse con todo tipo de triquiñuelas “legales” y saltar, ya sea a la empresa privada o a una ONG previamente engrasada con fondos públicos. Y menos aún , cuando todo un país se hunde a nuestro alrededor y la generación de jóvenes mejor formados han de emigrar con una mano atrás y otra delante. Se trata de devolver la ilusión a la sociedad y de recuperar la credibilidad.; de restituir los ideales que subyacen detrás del símbolo de la rosa y recuperar el sentido de la política que no puede ser otro que el de construir una sociedad mejor.. Con la ventaja añadida de que , al hacerlo, estaremos exorcizando al peor de los enemigos que ha tenido el PSPV y el principal responsable de que haya permanecido durante 20 largos años en el ostracismo, que no es otro que el de las “familias políticas”, vivero de mediocridad y reservorio de auténticos saurios de dentellada fácil, consumados maestros del contubernio con el que han conseguido mantenerse a flote contra viento y marea. Se trata, en definitiva , de que la sociedad vea en la rosa socialista un reflejo de sus anhelos y aspiraciones para que, como en los versos de nuestro querido poeta Vicent Andrés Estelles, en su homenaje a José Martí, la vuelvan a acoger y a arropar como cómplices , como sucediera en nuestro país, tampoco hace tanto tiempo , en los duros años de la clandestinidad. “El poble creia altra volta i ningú no va saber què tenia aquella rosa una rosa de paper” Artículo publicado en el Diario INFORMACION de Alicante el 13 de marzo de 2014

jueves, 30 de enero de 2014

(G) AMONAL

(G)AMONAL. Esta semana, de camino una al trabajo una noticia me saca del aturdimiento en el que con frecuencia uno suele estar aún a estas horas. La periodista nos cuenta cómo se acaba de descubrir que en la República Democrática Alemana se extraía sangre a los presos políticos, (que deberían de ser casi todos), para posteriormente venderla a la Alemania Federal y quién sabe si a otros países de Europa. Segundos más tarde la misma profesional nos relata cómo no sé qué autoridad económica considera que en unos cuatro o cinco años nuestro país se convertirá en el motor económico de Europa. El estupor de la primera noticia se mezcla con la incredulidad de la segunda hasta que finalmente caigo en la cuenta de que no son dos circunstancias tan inconexas como en un principio pudiéramos llegar a creer. A fin de cuenta fueron las leyes del mercado, la demanda provocada por la carestía de este fluido vital que se daba en la Alemania occidental, la que propicio el “vampirismo” de sus hermanos comunistas. Las mismas leyes de mercado que tanto estropicio están causando(vampirismo social a fin de cuentas,) entre nosotros y que hace que seamos, la mayoría de los españoles, más cautos con respecto a nuestro futuro más inmediato. Es muy difícil ser optimista cuando estamos viendo cómo cada vez con más frecuencia nos llegan niños sin desayunar a las clases, o como los libros de texto se han acabado por convertir en un artículo de lujo que encima habrá que renovar el próximo curso; es imposible creer en un futuro de promisión con los recortes en becas universitarias que se compaginan con las subidas de tasas y matrículas que han de pagar los que probablemente se verán abocados a emigrar al terminar sus estudios, de culminarlos finalmente. Estas “extracciones” llevan años realizándose aunque en lugar de agujas hipodérmicas se recurra, especialmente desde que gobierna Rajoy, al decreto ley, servido, con una frecuencia exasperante, con nocturnidad y alevosía para incrementar si cabe la indefensión de sus sufridas víctimas, nosotros. Es cierto que no hay barrotes de por medio, ni escuchamos el resuello de la temible “stasi” en nuestros pescuezos. Lo que paraliza al ciudadano de a pie ahora es el miedo que tan eficazmente es propagado por los profetas este liberalismo a ultranza que se ha adueñado por completo del viejo continente, en el que acaba de sucumbir el último bastión, Francia, con muy poca gloria, dicho sea de paso. Es cierto que ha habido protestas, la marea verde y la blanca tan inasequibles ellas al desaliento, como implacable la voluntad de la derecha en erosionar las dos fundamentales columnas en las que se asienta nuestro incipiente estado de bienestar. Tampoco podemos olvidar el movimiento 15M, su importancia y las resonancias que tuvo incluso en ámbitos internacionales, y es verdad, además, que los “escraches” espolearon nuestras conciencias ante unos hechos que se daban por inevitables y se miraban con la pasividad a la que a menudo nos mueve la asunción de nuestra impotencia Pero lo cierto es que la docilidad de los españoles en general, asombra a propios y extraños hasta el punto de poner en evidencia al propio gobierno de Rajoy que se había venido dotando de una amplia panoplia de recursos por vía administrativa y mediante el código penal preparándose para lo peor. Porque lo cierto es que se han cometido todo tipo de tropelías con la ciudadanía. La desvergüenza de algunos de ellas ha llegado a soliviantar a algunos responsables políticos populares, como la de los co pagos hospitalarios que pretendían penalizar a enfermos crónicos, trasplantados y diabéticos , como si no tuvieran ya bastante. Los ancianos de las residencias, no han tenido tanta suerte y han contemplado impotentes cómo se les metía la mano en sus exangües bolsillos para sustraerles las dos pagas extras de sus ya de por sí modestas pensiones para contribuir al pago de las residencias. Y además, por si esto no bastara, al contrario que en la Alemania del Este, donde los presos se veían obligados a trabajar clandestinamente para Ikea y la Volkswagen aquí no hará falta disimular el régimen de semi esclavitud de nuestros trabajadores, dado que por mor a la reforma laboral, a sus precarias condiciones de trabajo se les habrá dado carta de naturaleza. Sólo lo sucedido en Gamonal nos permite albergar ciertas esperanzas. Las esperanzas de que la insaciable codicia de los de siempre, sumada a su prepotencia, torpeza política y el irrespirable hedor a corrupción que está invadiendo prácticamente todas las esferas de la vida política española, y que avanza más deprisa que las mejoras en la economía con la que pretenden salvar sus traseros, sacuda nuestros adormecidos espíritus y nos mueva a plantarnos como los vecinos de esa ciudad burgalesa. No está “el horno para bollos”, y si a todo lo anterior sumamos la política del avestruz que se ha adoptado con las pretensiones de Mas en Cataluña o el incendio que podía haberse prendido en el País Vasco, donde las cosas parecían estar evolucionando de forma demasiado positiva para gusto del gobierno, podríamos pasar de hablar de Gamonal a otra situación de mucho más difícil retorno, explosiva en este caso y de consecuencias imprevisibles, a la que se alude simbólicamente en el juego de grafías del título del presente artículo y que tan tristes recuerdos nos trae a todos los españoles con memoria, ésta también, histórica.  

martes, 21 de enero de 2014

"CAZAFANTASMAS"

“CAZAFANTASMAS” DIARIO INFOEMACION DE ALICANTE jueves 19 de diciembre de 1013 Nuestros gobernantes populares andan de capa caída y se les ve cada vez más nerviosos. No es la conciencia por todos los estropicios cometidos la que les viene aguijoneando el espíritu, porque no la traen instalada de casa. Lo que sucede es que barruntan el cada vez más próximo descalabro electoral, y ahí sí que les duele. Uno no puede dejar de recordar lo que sucedió tras los terribles atentados de Madrid. Sabían mejor que nadie quién estaba detrás y hasta el último momento se intentaron agarrar a los resortes del poder sin miramientos y no se les ocurrió nada mejor que proyectar en TVE, en vísperas de la jornada electoral, “La pelota vasca”, empecinados como estaban en señalar a ETA como la responsable. Lo normal para ellos es ostentar el poder. Así es como ha sido durante 40 años tras arrebatárselo a los advenedizos de la II República y no les ha ido tan mal. Ahí andan impunes aún los últimos torturadores del franquismo, contra los que sus víctimas han tenido que irse a Argentina a declarar, porque aquí la justicia les ha blindado expulsando de la carrera judicial al único juez que se atrevió a señalarlos con el dedo. Esa asunción inconsciente hace que no duden en tensar la cuerda al máximo y salir a hacer declaraciones con la voz engolada y el gesto grave de los que hicieron gala Javier Arenas y Eduardo Zaplana en aquellos terribles momentos para nuestro país. Algunos incluso creyeron entrever alguna insinuación sobre medidas que hubiesen tenido un impacto de inciertas consecuencias para el ordenamiento democrático. Por suerte para todos, y especialmente para ellos , a juzgar por sus fulgurantes carreras en empresas privadas/privatizadas, la cosa no fue a mayores. La izquierda por su parte, aún no se ha repuesto de las terribles secuelas que en su ADN al parecer dejaron los largos años de franquismo, y se achanta ante los órdagos que se le lanzan de las bancadas populares. No hay más que recordar cómo fueron los últimos meses del gobierno de Zapatero en el Parlamento, cuando se les veía acogotados en sus escaños sin capacidad de reacción. En el País Valenciano todo adquiere unas dimensiones “falleras”, por decirlo de alguna manera: exageradas, escandalosas, increíbles, después de 20 años de gestión de los populares. La última ha sido el cierre de Canal 9, que ya hemos glosado en alguna ocasión; pero hete aquí que cuando en una de las atribuladas salidas del Molt “Honorable” President Fabra, los niños de un colegio público le reprochan el cierre de la televisión y piden su dimisión ( que por otra parte reclaman, creo yo, hasta las gaviotas de su anagrama), resulta que va un concejal y no se le ocurre nada mejor que grabar con su teléfono a los pequeños facinerosos, tan sobrados como están ellos, los cargos públicos populares, de prestigio y autoridad moral. En un país normal, regido por personas con sentido común y dos dedos de frente, esta actitud de un cargo público hubiera conllevado un reproche automático, una condena pública y una inmediata petición de dimisión del descerebrado edil. Pero aquí lo único que ha trascendido es la apertura de un expediente informativo al colegio público donde estaba escolarizados los chavales, veladas acusaciones de manipulación a cargo de los profesores y amenazas con expulsiones de la función pública, de probarse manipulación y de mediar alguna denuncia paterna, como deja caer algún periódico afín, aportando ideas, por si acaso. A los padres se nos pide firmar una autorización para dejar que se tomen imágenes de nuestros hijos en el colegio. ¿Quién vela aquí por el derecho de los pequeños a quienes que el concejal del PP tiene grabados en su móvil? ¿Qué uso van hacerse de esas imágenes tomadas sin autorización, ni derecho alguno? ¿ A quién o quiénes se van a distribuir y quién las va a custodiar? Lo único que se ha escuchado es una apelación a la tranquilidad del representante del PSPV, que se diría se ve ya ostentando un cargo institucional. Ningún juez ha dicho esta boca es mía y el defensor del menor debe estar de puente. Es cierto que sólo quedan dos años para las elecciones y suele decirse que en los momentos críticos es cuando sale a relucir lo mejor y lo peor del alma humana. En el caso que nos ocupa y visto de lo que han sido capaces de hacer con el País Valenciano cuando en viento soplaba a su favor, aterroriza pensar en como pueden reaccionar cuando se vean acorralados por las circunstancias, la justicia y cada vez más , por unos ciudadanos que empiezan a dar muestras cada vez más evidentes de hartazgo. Pero siendo esto cierto, el primer cortafuegos lo deberían constituir los partidos de la oposición que por mucho trabajo que se les vaya acumulando por los desmanes del PP, deberían dejar a un lado complejos y rencillas para salir al quite con más presteza. Todos, posiblemente ellos también, dormiríamos más tranquilos.

viernes, 17 de enero de 2014

LOBOS COMO CORDEROS.

“LOBOS COMO CORDEROS” DIARIOINFORMACION DE ALICANTE Jueves 16 de enero de 2014 Que unos ciudadanos indignados abucheen a la reina, a nuestro hiératico “president” y al engominado señor Bauzas, presidente de Baleares, me pareció reconfortante, un evidente signo de la salud democrática de nuestro maltratado país: el caso Noos, cada vez tiene peor pinta, en Baleares echan a enfermos de tuberculosis al pudridero al negarles atención sanitaria y en el País Valenciano acaban de desahuciar a los dependientes. Aún así, estos egregios personajes, ni cortos ni perezosos tienen la desfachatez de acudir a la proyección de la película que versa sobre Vicent Ferrer, alguien que dedicó su vida íntegramente a luchar contra el sufrimiento de los más desfavorecidos ,esos mismos a los que los interfectos se dedican a machacar con una precisión digna de elogio al aplicar las políticas del Partido Popular, que esparcen miseria, sufrimiento y dolor por doquier. Dudo mucho que la proyección del film tuviera efecto alguno en los encallecidos espíritus de aquellos que, “de facto”. representan todo a lo que el ex jesuita se tuvo que enfrentar en su lucha contra las injusticias sociales; es más, si me apuran, con la actual reforma del código penal, lo más probable es que de organizarse una marcha con 30.000 participantes como la que el barcelonés lideró entre Manmad y Munbai, - motivos aquí no habrían de faltarle - acabaría con sus frágiles huesos en la cárcel, de haber sobrevivido a los chorros de agua a presión del camión que en defensa de la democracia va a adquirir nuestro inefable ministro de interior, (de la multa de 600.000 € , mejor ni hablar) Otra cosa fue el presenciar por youtube la interpelación de otro ciudadano indignado al ex presidente Felipe González. Si bien las formas fueron cuestionables, quedaban sobradamente justificadas por la desesperación en la que vive sumida gran parte de la población española, y el “escarnio” que producen todos los escándalos con los que nos tenemos que desayunar un día sí y otro también, con financiaciones irregulares, sueldos en “B” y en nuestra Comunidad, como somos los números “uno”, robo de los fondos destinados a los más pobres entre los pobres, léase “caso Blasco.” Los de mi generación hemos tenido una vida políticamente apacible. Cuando cursábamos la EGB, del atentado contra Carrero Blanco sólo reparamos en la imposible parábola que trazó su vehículo blindado hasta aterrizar en un patio interior y con la muerte del Dictador, como mucho, dijimos adiós a un personaje que, a fuerza de NODOS, se nos había hecho familiar. Sólo más tarde con las convulsiones que se vivieron en la transición , tomamos conciencia de la realidad, que se dibujaría con más nitidez en la intentona golpista del 23 F. Fue por eso que la victoria de los socialistas en el año 1982 la vivimos con una esperanza e ilusión que difícilmente volveremos a poder sentir en nuestras vidas, algo histórico después de décadas de dictadura. Una vivencia que a tantos otros les había sido negada en vida. La confianza que en ellos depositamos, las ilusiones y expectativas fueron de tal magnitud que aunque las reconversiones industriales, reformas laborales, referéndum de la OTAN, y sobre todo casos Filesa y GAL les irían arrancando jirones en sus años de gobierno , muchos ciudadanos, entre los que me encuentro, guardamos la secreta esperanza del hipotético regreso de un líder junto a quien creímos posible alcanzar una sociedad más justa y al que algunos en algún momento llegaron a comparar con Olof Palme Las palabras de Felipe respondiendo al indignado ciudadano, pero sobre todo el tono de desdén con el que se articularon, nos hacen abandonar toda esperanza. No es de recibo que presente su renuncia a su puesto de consejero en una empresa energética y a su suculento sueldo de más de cien mil euros, sólo por aburrimiento, sin la más mínima auto crítica o pudor, o alardee de su renuncia a los gastos de oficina a los que tenía derecho por ser el “chocolate del loro”, en un país donde los niños pasan hambre, miles de ciudadanos están perdiendo sus hogares o los dependientes son desahuciados. Es difícil saber cuando abandonó el ex líder socialista la trinchera que compartimos la mayoría de los españoles, pero lo cierto es que ya no está en ella. Es inútil que esperemos pues a un “rey Arturo” dispuesto a rescatar nuestra particular espada Excalibur para defender blandiéndola todo lo que nos están robando de forma tan descarada los de siempre. Son otros los que están en esa batalla, como el propio ciudadano que le increpó ante su incredulidad , -no había más que ver su rostro descompuesto-, los manifestantes del 11M, los médicos de la sanidad pública, los maestros , profesores e investigadores y los trabajadores sacrificados, una vez más, en el altar de la tan traída y llevada “competividad”. No, no habrá ningún Rey Arturo dispuesto a salvarnos en esta ocasión , ni falta que nos hace, porque como decía el inolvidable maestro de “La Lengua de las Mariposas”, “si una generación nace libre en España, nada ni nadie les podrá robar la libertad, nadie les podrá robar ese tesoro”. Tenemos que ser los españoles de a pie, el común de los mortales los que defendamos con uñas y dientes nuestros derechos sin dudar ni un momento en sacar los colores a aquellos que osen de nuevo “marear la perdiz”. En el mismo discurso, D. Gregorio afirmaba que “ el lobo no dormirá nunca en la misma cama con el cordero.” No seré yo quien cuestione la decisiva contribución del ex presidente González en la consolidación de nuestra democracia y libertades, pero es evidente que, incluso en este momento , o mejor dicho, ahora más que nunca, por todo lo que está en juego, debería decidir con quién quiere compartir “ la cama” , si con los lobos o con los corderos y si ésta, la cama, digo, debe de estar en España o en Las Islas Caimán, porque no hay nada más incómodo para un cordero que tener a su lado a un lobo camuflado con misma su piel, al acecho, porque eso es lo que hacen los lobos, siempre. Francesc Pérez i Baldo Profesor Ex Concejal de Cultura de L’Alfàs del Pi Telf: 680166219 Tel/Fax: 965 88 81 13 perez.francesc@gmail.com

jueves, 19 de diciembre de 2013

CAZAFANTASMAS

“CAZAFANTASMAS" Nuestros gobernantes populares andan de capa caída y se les ve cada vez más nerviosos. No es la conciencia por todos los estropicios cometidos la que les viene aguijoneando el espíritu, porque no la traen instalada de casa, vean si no el sentido de su voto para evitar el corte de suministros básicos a las familias necesitadas . Lo que sucede es que barruntan el cada vez más próximo descalabro electoral, y ahí sí que les duele. Uno no puede dejar de recordar lo que sucedió tras los terribles atentados de Madrid. Sabían mejor que nadie quién estaba detrás y hasta el último momento se intentaron agarrar a los resortes del poder sin miramientos y no se les ocurrió nada mejor que proyectar en TVE, en vísperas de la jornada electoral, “La pelota vasca”, empecinados como estaban en señalar a ETA como la responsable. Lo normal para ellos es ostentar el poder. Así es fue durante 40 años tras arrebatárselo a los advenedizos de la II República y no les ha ido tan mal. Ahí andan impunes aún los últimos torturadores del franquismo, contra los que sus víctimas han tenido que cruzar el Atlántico hasta Argentina a declarar, porque aquí la justicia los ha blindado , al tiempo que expulsaba de la carrera judicial, por si acaso, al único juez que se atrevió a señalarlos con el dedo. Esa asunción inconsciente hace que no duden en tensar la cuerda al máximo y salir a hacer declaraciones con la voz engolada y el gesto grave de los que hicieron gala Javier Arenas y Eduardo Zaplana en aquellos terribles momentos para nuestro país. Algunos incluso creyeron entrever alguna insinuación sobre medidas extremas que hubiesen tenido un impacto de inciertas consecuencias para el ordenamiento democrático. Por suerte para todos, y especialmente para ellos , a juzgar por sus fulgurantes carreras en empresas privadas/privatizadas, todo sea dicho, la cosa no fue a mayores. La izquierda por su parte, aún no se ha repuesto de las terribles secuelas que en su ADN al parecer dejaron los largos años de franquismo, y se achanta ante los órdagos que se le lanzan de las bancadas populares. No hay más que recordar cómo fueron los últimos meses del gobierno de Zapatero en el Parlamento, cuando se les veía acogotados en sus escaños sin capacidad de reacción, con la parálisis que en ocasiones trae aparejada el pánico. En el País Valenciano, por su parte, todo adquiere unas dimensiones “falleras”, por decirlo de alguna manera: exageradas, escandalosas, esperpénticas, después de 20 años de gestión de los populares. La última ha sido el cierre de Canal 9, pero hete aquí que cuando en una de las atribuladas salidas del Molt “Honorable” President Fabra, los niños de un colegio público le reprochan el cierre de la televisión y piden su dimisión ,- que por otra parte reclaman, creo yo, hasta las gaviotas de su anagrama-, resulta que va un concejal y no se le ocurre nada mejor que grabar con su teléfono a los pequeños facinerosos, con la autoridad que les confiere, digo yo que será, el gran prestigio y ascendiente moral que han venido atesorando en sus interminables años de gobierno. En un país normal, regido por personas con un mínimo de sentido común y dos dedos de frente, esta actitud de un cargo público hubiera conllevado un reproche automático, una condena pública y una fulminante petición de dimisión del descerebrado edil. Pero aquí lo único que ha trascendido es la apertura de un expediente informativo al colegio público donde estaba escolarizados los chavales, acusaciones de manipulación por parte de los profesores, a los que ya acusaron en su día de ser culpables del fracaso económico de Terra Mítica, y por si era poco, veladas amenazas de expulsión de la función pública, de probarse manipulación y de mediar alguna denuncia paterna, como se dejaba caer algún periódico afín, aportando ideas, por si acaso. A los padres se nos pide firmar una autorización para dejar que se tomen imágenes de nuestros hijos en el colegio. ¿Quién vela aquí por el derecho de los pequeños a quienes el concejal del PP tiene grabados en un teléfono móvil probablemente más inteligente que su propietario? ¿Qué uso van hacerse de esas imágenes tomadas sin autorización, ni derecho alguno? ¿ A quién o quiénes se van a distribuir y quién las va a custodiar? Lo único que se ha escuchado es una apelación a la tranquilidad del representante del PSPV, que se diría que, viéndose ya investido con la púrpura del poder, pretende despeinarse demasiado lo mínimo posible en los previos. Ningún juez ha dicho esta boca es mía y el defensor del menor debe estar de puente. Es cierto que sólo quedan dos años para las elecciones y suele decirse que en los momentos críticos es cuando sale a relucir lo mejor y lo peor del alma humana. En el caso que nos ocupa y visto de lo que han sido capaces de hacer con el País Valenciano cuando el viento soplaba a su favor, aterroriza pensar en cómo pueden reaccionar cuando se vean acorralados por las circunstancias, ahora todas adversas, (les faltaba lo de los clubes de fútbol y la Fórmula I ), la justicia y cada vez más , por unos ciudadanos que empiezan a dar muestras de un creciente hartazgo. Pero con todo, siendo todo esto cierto, el primer cortafuegos lo deberían constituir los partidos de la oposición, que por mucho trabajo que se les vaya acumulando por los desmanes del PP, deberían dejar a un lado complejos y rencillas para salir al quite con más presteza y contundencia. Todos, posiblemente ellos también, dormiríamos más tranquilos, porque los únicos que parece que están preparándose para los tiempos que al parecer anticipan, son los populares, sembrando de concertinas el marco de libertades que con tanto esfuerzo se había ganado en nuestro país, a base de amordazar a los ciudadanos y desatar de nuevo el fantasma de la represión poblando nuestros espacios públicos de matones privados y ahora, por si fuera poco, con un camión con cañones … de agua, faltaría más.

sábado, 30 de noviembre de 2013

"TIEMPO DE SILENCIO"

“TIEMPO DE SILENCIO.” DIARIO INFORMACION DE ALICANTE 7 de diciembre de 2013 Leí la novela de Martín Santos, de la que he tomado prestado el título, cuando cursaba el C.O.U. (Curso de de Orientación Universitaria) en el instituto de Altea, . La obra , única del autor fallecido tempranamente, supuso toda una revolución en la literatura española y retrataba a una España depauperada, con una clase media sumida en la miseria que amenazaba la plácida existencia de las clases acomodadas de Madrid. Quién nos iba a decir que la realidad actual, décadas más tarde fuera a presentar tantos puntos en común con aquella otra. Nuestros médicos, cuya formación es elogiada en todo el mundo, no es que se vean obligados a criar ratones para poder experimentar con ellos en su lucha contra el cáncer, como le sucedía a Pedro, protagonista de la novela; es que tienen que salir pitando ellos mismos directamente del país, porque se han terminado los fondos de los que se nutrían sus líneas de investigación y aquí, como al parecer molestan, pues ponen en evidencia a los responsables políticos de turno, se apela a su espíritu emprendedor para sacárselos de encima Tampoco tardaremos mucho en leer en la prensa, ojalá me equivoque, lamentables casos de jóvenes desangradas por abortos clandestinos, como el que sufrió Dorita, otro personaje de la obra, de aprobarse la Ley del Aborto del ministro de justicia que pende sobre nuestras cabezas, a lomos de la que regresaremos por arte de biri birloque a esos tiempos cuando sólo las niñas bien podían abortar en las clínicas de Londres o Amsterdam , mientras sus padres probablemente se anduvieran persignando al tomar la comunión.. El acceso de los jóvenes de las clases más desfavorecidas a la educación con la que conseguir no sólo la inserción laboral y promoción social, a la que tienen derecho, sino también su propia formación íntegra como ciudadanos libres, conscientes y críticos con el espacio y el tiempo en los que les ha tocado vivir, se convertirá de nuevo en una quimera con la ley Wert, un camino minado cuyas cunetas las sembrarán por multitud los sueños truncados de todos aquellos a las que una educación clasista y retrógada se habrá cobrado como pieza.. Y al final, tampoco habrá lugar para la indignación en esta España que el PP esculpe un día sí y otro también , a golpe de decreto ; como tampoco lo había en la España Franquista de Martín Santos a la que por una carambola del destino parecemos regresar. Ya está al caer la nueva ley de orden público, donde las multas serán de hasta 600.000 en un país donde el salario medio apenas supera los 600 euros, las pensiones no alcanzan los 400 y a los del Erasmus se les escamotean hasta los 100 euros migajas que ya les otorgaban graciosamente a regañadientes y que apenas les llegan para pagar la luz allí donde se forman en pos de un futuro mejor. En casa,para acabar , nos han terminado cerrando una televisión y una radio, que me resisto a calificar de públicas. Durante veinte años el Partido Popular ha cabalgado a sus lomos espoleándola para diezmar toda oposición o pensamiento crítico a su gestión. Nunca rechistó nadie en su seno. Ignoraron a las víctimas del accidente del metro de Valencia y a sus familiares, que tuvieron que sumar a su dolor, el oprobio de saberse invisibles en los medios de comunicación que ellos colaboraban a financiar con sus impuestos. Miraron hacia otro lado en el escándalo de los trajes de Camps y el caso Gürtel. Dejaron de lado a los miles de profesores , médicos y empleados públicos puestos en la calle por los mismos que ahora han dan el cerrojazo a sus emisoras de radio y televisión. No repararon en los niños sin libros de texto, ni comedor ni autobús, recorriendo miles de metros de camino al colegio mientras sorteaban todo tipo de trampas mortales. Se taparían la nariz, es de suponer , con las trapacerías llevadas a cabo con la visita del Papa de las que ellos fueron testigos de cargo y durante 20 años han ninguneado a los representantes de miles de valencianos en los partidos de la opisición. Es comprensible, en lo humano, el dolor, la rabia y la indignación que sienten por su despido; en su caso, tal vez aumentado por la mala conciencia de saberse colaboradores necesarios, por acción u omisión en el saqueo sistemático que el Partido popular ha perpetrado en la Comunidad Valenciana, (incluso en los campos de exterminio nazis habían saboteadores y aquí nadie les pedía tamaña heroicidad), pero de ahí a erigirse como lo que rezaba el cartel de una trabajadora indignada de Canal 9 , : “ La veu de un poble”, media una distancia insalvable. Por duro que suene lo que fueron, ellos mismo lo han reconocido, es la “voz de su amo”, al que vendieron su dignidad -léase profesionalidad, si se prefiere- por un plato de lentejas y al final se han quedado sin dignidad ( con todas las honrosas excepciones que se quiera), y sin lentejas. El que partidos políticos, sindicatos, asociaciones, a los que en el último mes en un sospechoso abceso de “profesionalidad” les han acabado dando voz atropelladamente, les hayan arropado, sólo demuestra en mi modesta opinión dos cosas: que ni el pueblo valenciano se mereció nunca una radio y televisión como la que tuvieron, ni ellos un pueblo como el que al final se han dado cuenta ( o eso espero), que tienen.