martes, 21 de enero de 2014

"CAZAFANTASMAS"

“CAZAFANTASMAS” DIARIO INFOEMACION DE ALICANTE jueves 19 de diciembre de 1013 Nuestros gobernantes populares andan de capa caída y se les ve cada vez más nerviosos. No es la conciencia por todos los estropicios cometidos la que les viene aguijoneando el espíritu, porque no la traen instalada de casa. Lo que sucede es que barruntan el cada vez más próximo descalabro electoral, y ahí sí que les duele. Uno no puede dejar de recordar lo que sucedió tras los terribles atentados de Madrid. Sabían mejor que nadie quién estaba detrás y hasta el último momento se intentaron agarrar a los resortes del poder sin miramientos y no se les ocurrió nada mejor que proyectar en TVE, en vísperas de la jornada electoral, “La pelota vasca”, empecinados como estaban en señalar a ETA como la responsable. Lo normal para ellos es ostentar el poder. Así es como ha sido durante 40 años tras arrebatárselo a los advenedizos de la II República y no les ha ido tan mal. Ahí andan impunes aún los últimos torturadores del franquismo, contra los que sus víctimas han tenido que irse a Argentina a declarar, porque aquí la justicia les ha blindado expulsando de la carrera judicial al único juez que se atrevió a señalarlos con el dedo. Esa asunción inconsciente hace que no duden en tensar la cuerda al máximo y salir a hacer declaraciones con la voz engolada y el gesto grave de los que hicieron gala Javier Arenas y Eduardo Zaplana en aquellos terribles momentos para nuestro país. Algunos incluso creyeron entrever alguna insinuación sobre medidas que hubiesen tenido un impacto de inciertas consecuencias para el ordenamiento democrático. Por suerte para todos, y especialmente para ellos , a juzgar por sus fulgurantes carreras en empresas privadas/privatizadas, la cosa no fue a mayores. La izquierda por su parte, aún no se ha repuesto de las terribles secuelas que en su ADN al parecer dejaron los largos años de franquismo, y se achanta ante los órdagos que se le lanzan de las bancadas populares. No hay más que recordar cómo fueron los últimos meses del gobierno de Zapatero en el Parlamento, cuando se les veía acogotados en sus escaños sin capacidad de reacción. En el País Valenciano todo adquiere unas dimensiones “falleras”, por decirlo de alguna manera: exageradas, escandalosas, increíbles, después de 20 años de gestión de los populares. La última ha sido el cierre de Canal 9, que ya hemos glosado en alguna ocasión; pero hete aquí que cuando en una de las atribuladas salidas del Molt “Honorable” President Fabra, los niños de un colegio público le reprochan el cierre de la televisión y piden su dimisión ( que por otra parte reclaman, creo yo, hasta las gaviotas de su anagrama), resulta que va un concejal y no se le ocurre nada mejor que grabar con su teléfono a los pequeños facinerosos, tan sobrados como están ellos, los cargos públicos populares, de prestigio y autoridad moral. En un país normal, regido por personas con sentido común y dos dedos de frente, esta actitud de un cargo público hubiera conllevado un reproche automático, una condena pública y una inmediata petición de dimisión del descerebrado edil. Pero aquí lo único que ha trascendido es la apertura de un expediente informativo al colegio público donde estaba escolarizados los chavales, veladas acusaciones de manipulación a cargo de los profesores y amenazas con expulsiones de la función pública, de probarse manipulación y de mediar alguna denuncia paterna, como deja caer algún periódico afín, aportando ideas, por si acaso. A los padres se nos pide firmar una autorización para dejar que se tomen imágenes de nuestros hijos en el colegio. ¿Quién vela aquí por el derecho de los pequeños a quienes que el concejal del PP tiene grabados en su móvil? ¿Qué uso van hacerse de esas imágenes tomadas sin autorización, ni derecho alguno? ¿ A quién o quiénes se van a distribuir y quién las va a custodiar? Lo único que se ha escuchado es una apelación a la tranquilidad del representante del PSPV, que se diría se ve ya ostentando un cargo institucional. Ningún juez ha dicho esta boca es mía y el defensor del menor debe estar de puente. Es cierto que sólo quedan dos años para las elecciones y suele decirse que en los momentos críticos es cuando sale a relucir lo mejor y lo peor del alma humana. En el caso que nos ocupa y visto de lo que han sido capaces de hacer con el País Valenciano cuando en viento soplaba a su favor, aterroriza pensar en como pueden reaccionar cuando se vean acorralados por las circunstancias, la justicia y cada vez más , por unos ciudadanos que empiezan a dar muestras cada vez más evidentes de hartazgo. Pero siendo esto cierto, el primer cortafuegos lo deberían constituir los partidos de la oposición que por mucho trabajo que se les vaya acumulando por los desmanes del PP, deberían dejar a un lado complejos y rencillas para salir al quite con más presteza. Todos, posiblemente ellos también, dormiríamos más tranquilos.

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