Veo con satisfacción que la ministra de sanidad, Leire Pajín, se ha dejado caer como si tal cosa por Benidorm, donde se ha criado para ofrecer a la ciudad la lanzadera del AVE . Benidorm es una ciudad a la que una clase política mediocre y alicorta ha venido tratando secularmente mal. Siendo una de las primeras ciudades turísticas del país, por no tener, no tenía hasta hace dos días, ni una simple estación de autobuses, y cuando se la han hecho estos del PP, como no podía ser de otra forma, ha nacido envuelta en polémicas de volúmenes urbanísticos, sobrecostes, para acabar en un lamentable estado de abandono.
Nadie puede dudar de que si en algún lugar una línea del AVE sería rentable, es, precisamente en esta ciudad, que por otra parte tanto ha venido aportando ya desde los años sesenta al producto nacional bruto del país, sin pedir, (y sin que le hayan ofrecido), prácticamente nada a cambio.
Por lo tanto me parecen muy bien las ofertas de la Ministra. Sería un insulto a la inteligencia, sin embargo, no preguntarse por qué no se han hecho estas inversiones, rentables, sin duda, especialmente en épocas de crisis pues lo único que nos salva es el turismo, mientras ha estado gobernando y manejaban los tiempos, prioridades y prespuestos. Viene ahora, cuando todas las encuestas los sitúan en la oposición.
La triste conclusión pudiera ser que nos toman por tontos y en lugar de ofreceros una "lanzadera", quieren que hagamos, como buenos tontos que somos, esa misma función, lanzarles a ellos, para poder prolongar sus carreras políticas personales, en las que , al parecer, tan bién les ha debido de ir.
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