La justicia ha acabado archivando la denuncia del ex ministro socialista Asunción contra Jorge Alarte. No estaba fundamentado aquello del "pucherazo" en las elecciones primarias en las que ambos compitieran. Era de esperar. Vaya por delante el derecho de todo militante a aspirar a liderar el proyecto del Partido, faltaría más. Siempre me sorprendió, sin embargo, el momento elegido: precisamente ahora, cuando la corrupción en el Partido Popular empieza a hacer mella en las expectativas electorales de los conservadores,( léase caso Brugal o Gürtel).
Ni qué decir tiene que me entristecería mucho que con el tiempo se confirmara aquello de las subvención a explotaciones de granjas marinas, como se ha comentado. Con el conseller Blasco, todo es posible. Recuerden si no su papel en la presunta financiación del Partido Socialdemócrata, decisivo en localidades como Calpe, para quitarle e poder al PSOE.
No estamos acostumbrados en nuestro país a que los políticos ( ni nadie), presenten la dimisión. Asunción lo hizo en su día por el caso Roldán y eso le engrandeció personal y políticamente.
También ahora debería estar a la altura de las circunstancias y saber perder. Se lo debe a todos los que como yo, en su día, confiáramos en él, pero sobre todo, créanme, se lo debe sí mismo.
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