" YA ESTÁN AQUI"
Con las ascuas aún calientes de la hoguera en la que se dio buena cuenta en plaza pública de Pablo Casado se presentaría Feijóo en Madrid aclamado por los cenáculos de una derecha que no ganaba para sustos últimamente. Le precedía su fama de ganador , un político moderado , le requebrarían González y Alfonso Guerra deseosos de prestar un último servicio a la nación. Se le auguraba, en definitiva, un paseo triunfal y hasta es probable que él mismo se las prometiera ya felices recibiendo al personal,finalmente a sus pies, en Moncloa.
Bastaron sin embargo unos primeros pasos del insigne candidato popular a la presidencia del gobierno para que evidenciara para sorpresa de todos y regocijo de algunos, una sorprendente falta de consistencia. Como nuestro querido Don Quijote, al final resulta que no llevaba “...otro camino que aquel que su caballo quería”, y claro, no tardaron en llegarle las collejas a diestro y siniestro; las más dolorosas siempre en forma de fuego amigo, por lo que de presagio de la activación de una obsolescencia programada en la Villa y Corte pudiera haber ; muy en especial tras la investidura fallida y su , dígase lo que se diga, poco lucido papel. Algunas caras lo decían todo. Porque a diferencia de nuestro Ingenioso Hidalgo, el gallego sí se topó con gigantes en la Capital del Reino , los más aviesos, en su propio partido.
Malas noticias pues para la Comunidad Valenciana, ya que como escribiera Juan R, Gil,
“ es el candidato a la presidencia de la Generalitat del PP el que precisa al líder de su partido y no al revés.”. No hay más que mirar las principales medidas en las que basó su programa electoral.
Comprometidas sus principales líneas de actuación y con el peculiar equipo que le rodea, poco espacio le ha quedado a Mazón para “Valencianizar España” aunque siempre podrá seguir saltando de charco en charco para tener entretenido al personal, arengando contra los peligros del catalanismo, que siempre viene bien para hacer caldo o “el agua para todos” , otro clásico y además, ahora ya sabemos quien acabará pagando los platos rotos de la infra financiación si forma gobierno Sánchez. Una suerte de “mix” entre victimismo y apelación al enemigo externo que tan buenos resultados brindara ya en los gobiernos de Zaplana y Camps. Una cortina de humo perfecta para sus variados chanchullos de la que tienen que dar cuenta en los juzgados y que nos han salido por un pico a todos los valencianos.
Y mientras tanto, al que se definiera más liberal que la media de su Partido, resulta que le está surgiendo algún que otro problemilla con subvenciones usadas para pagar el sueldo de la rutilante consellera de turismo. ¿No abominaban de las “mamandurrias” (Aguirre dixit)? Algo sin embargo que no pilla desprevenido un Molt Honorable al que en su día denunció un ciudadano anónimo ante la Agencia Antifraude por “unos hechos (…) de extrema gravedad que evidenciaban una falta absoluta de moral y ética en el manejo de los recursos públicos”. Se refería a una subvención otorgada por Mazón a la Camara de Comercio para cuya justificación se presentaron algunas nóminas que le tenían como beneficiario y que motivó la entrada en acción de la Agencia a la que casualmente ha finiquitado el President.
En fin, un “deja vu” en toda regla para los que ya vamos acumulando años. Y luego está la manía que tienen de citar a Ortega y Gasset. Mazón, todos los días y el ahora incluso Ruth Merino. Es insufrible.
A ver si además les da por leerlo y ven que una de las ideas centrales en “ La España Invertebrada” es precisamente la necesidad de que los mejores tomen las riendas de la “res publica” porque “… el ejemplo de los mejores cunde y los inferiores se perfeccionan en el ejemplo de los mejores.”.
Ni son los mejores, ni mucho menos, ejemplares, y cuando antes les saquemos de las instituciones que parasitan, mejor para todos. Igual hasta para ellos mismos.