sábado, 22 de julio de 2023

"MEJOR QUE NO PASEN"


DIARIO INFORMACIÓN  DE ALICANTE, 28/07/2023









"MEJOR QUE NO PASEN"
 

            En “La Insoportable levedad del ser” decía el escritor checo Milan Kundera recientemente desaparecido , que una de las condiciones esenciales del ser humano es « el desconocimiento de lo que nos conviene, y por tanto, de quienes somos.» 

             No sé si el ex primer ministro británico Gordon Brown habrá leído a Kundera, pero su reciente artículo en el prestigioso diario The Guardian, « Spain’s elections key battle in the European wide struggle against neo fascism» (Las elecciones en España, una batalla crucial a nivel europeo en la lucha contra el neo fascismo) parece un meritorio intento de contrarrestar esa funesta manía que nos caracteriza. 

             No es la primera vez que se han establecido paralelismos, que es en definitiva lo que de alguna manera hace Brown (especialmente cuando cita a Orwell), entre los momentos actuales y los que se vivieron en la Europa que dejara la Gran Guerra, con las crisis de las democracias parlamentarias y el auge de los totalitarismos de uno y otro signo. 

             El artículo viene a mostrar, sobretodo , el profundo conocimiento de la realidad política española tras las eleciones autonómicas y municipales del 28 de mayo de su autor y verbaliza su seria preocupación por las repercusiones que una confirmación de esta tendencia en las generales del 23 de julio pudiera tener para Europa en su conjunto. Esta en juego su actual condición en la práctica de santuario de los derechos ciudadanos y libertades individuales a nivel mundial.

             Dos son las luces de alarma de las que nos alerta Brown. En primer lugar el alto grado de organización internacional del que ha hecho gala este fascismo de nuevo cuño y en segundo lugar la temeraria condescendencia con que las democracias europeas contemplan a este peligroso fenómeno en la creencia, puede que suicida, de que es algo coyuntural , “ a transient blip”. 

             Tal vez Brown no fuera tan carismático como Blair, (que nos metió en la Guerra del Golfo) ni tuviera la simpatía de Cameron ( que puso la alfombra al Brexit), ni tan divertido como Johnson (que convertiría la política británica en una bufonada). Tampoco salvó al mundo de catástrofe alguna, como mucho se limitó a salvar a su moneda, la libra esterlina y a mantener la unión de su Reino, que gracias a él puede aún seguir teniendo el adjetivo correspondiente, Reino Unido; con una filosofía, por cierto, muy similar a la del PSC de Illa en Cataluña, como sintetiza el título de uno de sus libros: “My Scotland. My Britain. A future worth sharing”. (Mi Escocia,. Mi Gran Bretaña. Un futuro que vale la pena compartir). 

             No deberíamos por tanto dejar caer en saco roto sus advertencias, que adquieren tintes dramáticos al final cuando como decíamos cita a George Orwell, que consagró su vida a combatir todo tipo de totalitarismos con la pluma y con el fusil, y como se sabe, también en España, en el frente de la sierra de Alcubierre, donde se contagiaría de la tuberculosis que acabaría con él años después. 

             Ahora, como entonces, la alfombra que extiende Feijoo a los pies del fascismo patrio, puede acabar por dinamitar el futuro del proyecto europeo que tanta paz y prosperidad ha traído al continente y por el que tanta gente ha luchado y pagado incluso con sus vidas, como el escritor británico. 

             Más valdría, por tanto hacer caso a las señales de alarma, no sólo a las de Brown. Ahora también tenemos las que ya están saltando en los ayuntamientos y parlamentos autónomos hollados por las botas neofascistas y armarnos de coraje para el desafío que debemos afrontar sin más dilación 

             Porque como afirmaba otro célebre autor inglés Chestestorn, el valiente de verdad es el que desafía tanto a los tiranos, “jóvenes como la mañana y a las supersticiones frescas como la primera flor” ( The real corageous man is one who defies the tyrants young as the morning as supersticious fresh as the first flower.” Puede que además nos saliera más a cuenta ponernos manos a la obra cuanto antes, ¿qué tal el 23 de julio? , para no tener que desempolvar a lo peor el fusil del desventurado Orwell más tarde, porque ellos no se andan con chiquitas y la libertad, como se sabe, no tiene precio.

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