No sé por qué me he sorprendido aceptando con la mayor naturalidad los desastrosos pronósticos que una reciente encuesta dibuja, no ya para el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, sino para también el Partido Socialista del País Valencià, (PSPV).
En nuestra Comunidad no es extraño oír a militantes reconocer abiertamente su abatimiento por el funcionamiento del Partido: castas, familias, mangoneos y pasteleos varios. En sus órganos de dirección, por diferente que sea su nivel, no es extraño sorprender a los mismos rostros de hace treinta años. Personas a las que no se les conoce otra actividad que la política y ésta. créanme, más valdría que, en algunas ocasiones , hubiera pasado desapercibida.
El caso de Benidorm y sus "familias" ya ha sido glosado en este Blog, por ser paradigmático y amenaza con reproducirse en sucesivas secuelas ante la pasividad de la dirección del Partido.
" Con su pan se lo coman", que dirían algunos, pero el problema es que eso nos pasa factura al resto de una sociedad valenciana para la que es vital articular una alternativa sólida y creible desde la socialdemocracia.
No se ha ejecutado una buena labor de oposición. Nadie me podrá convencer de lo contrario. Los desmanes se han venido produciendo durante casi veinte años y sólo al final han acabado en el juzgado algunos de sus responsables. Otros, no hace mucho, se ufanaban de no haber tenido jamás problema alguno con la justicia, como es el caso de Eduardo Zaplana, cuando ejercía el cargo de President de la Generalitat. ¿No les parece increible?
Angel Luna, un magnífico portavoz de la oposición, entrevisando a uno de los responsables de la CAM, con responsabilidades también en Terra Mítica, una especie de Ave Fenix de ida y vuelta, tuvo que oir que los responsables del fracaso de Terra Mítica son los directores de los colegios, unos rojos todos que preferían llevarse a los niños de excursión a "Port Aventura". Eso sí, sobre sus ingresos varios, ni una palabra.
Los socialistas, es mi opinión, deberían soltar lastre y acometer una oposición implacable y solvente denunciando los desmanes que están desmantelando no ya nuestro más que débil sociedad del bienestar, sino a toda la sociedad valenciana: dependientes, jubilados, estudiantes universitarios, de secundaria y de primaria, médicos, profesores, jueces parados. Deben hacerlo sin complejos y con autoridad moral, (de ahí el "soltar lastre").
A qué esperan para defender la "dación en pago" a grito pelado y anunciar ya la derogación de las actuales leyes de educación neofranquistas de Wert,... por ejemplo.
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