“PEDRO
Y EL LOBO”
El 12 de marzo de este
año se cumplieron treinta años del Referéndum de la OTAN orquestado por Felipe
González. Fue sin duda el mayor de
los timos políticos de los que hemos sido objeto millones de españoles. Un
joven Felipe por aquel entonces, torció
la voluntad popular mayoritariamente en contra de la entrada en la Alianza con todo tipo de triquiñuelas, ( “OTAN, de
entrada No”), para así cumplir con los compromisos que a nivel internacional
era evidente había adquirido ya en el gobierno.
Por eso cuando esta
misma semana le vi aparecer dolido con Pedro Sánchez, porque según él le había engañado, me entró la risa floja.
Hay que reconocer sin embargo que ha conservado con los años intacta su
capacidad para la impostura, la gravedad en la expresión, la modulación en la
voz, la mirada de no haber roto nunca un
plato (con la que dejó liada); el encono con la que proclamaba a los cuatro
vientos su afrenta, comparable a la del
grupo PRISA le delataba y permitía intuir que
tenía que haber algo más en juego; de nuevo nos estaba mintiendo y contrariamente a lo
declarado era evidente que tenía que conseguir la abstención del PSOE a toda
costa; había algo más que su honor en juego. Porque González que se licenció en
el gobierno en “las cloacas del Estado”, todo el mundo sabe que ha acabado por
doctorarse en las letrinas de los consejos de administración de grandes corporaciones
y del IBEX 35 desde su base en
Marruecos,
Personalmente cuando le
vi en televisión fui consciente de la que se le iba a venir encima al
desventurado Pedro Sánchez, porque uno tampoco tiene dos días y no sé
por qué me vinieron a la cabeza unos versos de Lluis Llach en
“Campanades a Mort”, “disset anys només i tú tan vell”. Es verdad que Sánchez tiene algunos
años más, pero no cabe duda de que ha
intentado insuflar a un partido esclerótico aires nuevos, empezando por
aquello que se han apresurado a abortar de “un militante, un voto”.
Pero las desgracias
nunca vienen solas y en la Comunidad Valenciana, el mismo que en su toma de
posesión nos regalara los oídos con los versos del “poeta del poble”, Estellés,
ni corto ni perezoso ha salido de entre las faldas (o pantalones que para
el caso es el mismo) de Mónica Oltra para acompañar en el apuñalamiento
de Sánchez con su dimisión. Y esto nos lleva a pensar a más de un
valenciano que todo es impostura en el de Morella y no solo el aditamento
capilar que luce con gallardía. En su día transigimos con las peculiares
primarias que organizó, como aquel que en el “trivial pursuit”
aceptaba “pulpo como animal de compañía”, pero esta vez ha ido demasiado lejos.
Lo que ha hecho es una clara indignidad. Lo de menos es que probablemente haya
finiquitado su futuro político, que personalmente me trae al pairo. Lo realmente grave es que el PSPV, tras una interminable
travesía del desierto se merecía algo mejor
y por un momento, con los versos
de Estellés, algunos llegamos a pensar que finalmente habíamos
encontrado , “Seràs la veu d’un poble”,pero ha sido precisamente ésta ,
el voto de los militantes, lo que se ha apresurado a silenciar en esta
chapucera conspiración.
Pedro Sánchez no
lo tenía fácil. Es difícil de prever los resultados que se pudieran haber
derivado de sus gestiones o sus
resultados en unas terceras elecciones en el alambicado panorama político
nacional, pero un partido con 137 años de historia como el PSOE , que con sus
claroscuros, tanto ha aportado a la
democracia de nuestro país, puestos a desaparecer (que no creo), se merecía una
muerte a su altura, de pie y batiéndose
por los ideales en los que que siempre creyó y no postrado, doblando la
cerviz ante alguien con una trayectoria política tan despreciable como la de Mariano Rajoy .
Con
todo, la voluntad expresa de Sánchez de volver a concurrir a primarias
nos permite albergar aún alguna esperanza de que la palabra, como la rosa del
poema del profanado Estellés, retorne de nuevo a
manos del pueblo para su custodia contra el abuso y maquinaciones de poderosos, farsantes y algún
que otro “botifler”
chapuceramente embozado