viernes, 8 de abril de 2022

SONRISA ETRUSCA

 

                                                       

"SONRISA ETRUSCA"


     Los del PP andan estos días alborozados porque tienen un nuevo líder. No es para menos. Un liderazgo respetado por todos no es cosa fácil y a menudo se ha de sudar y mucho la camiseta (que se lo pregunten al Peugeot de Sánchez).


        Los populares, no nos engañemos, hace tiempo que no lo tenían. Rajoy, por ejemplo, nunca lo fue ; con el aliento de Aguirre en el pescuezo tuvo que rescatarlo Camps, “ el Curita”, (para él Paco) en el congreso de Valencia. Allí fue donde el gallego le prometería estar siempre a su lado, y lo estuvo hasta que dejó de estarlo para salir escopeteado cuando la paella empezó a oler a “socarrat”. Lo propio haría  González Pons con Rita Barberá a quien se desgañita ahora reivindicando. La política, ya se sabe.


        Casado por su parte nunca despertó mucha confianza , entre otras cosas porque ni él las tenía todas consigo. Ese hablar atropellado, subido de revoluciones, siempre en la descalificación y el insulto. Todo le estaba grande.Pensar que podía acabar con la carrera política de Ayuso con una denuncia por corrupción en en un partido donde se formatean los discos duros de ex tesoreros a martillazos, es sencillamente haber perdido “el oremus”.¡Y luego dicen que los estudios no son importantes en la vida!


       Pero si hay un presidente del PP que resulta especialmente detestable es, sin duda Aznar , Cada vez más una encarnación de ese muñeco de guiñol que en su día le dedicaron. Un personaje de cartón piedra, sin sentido del ridículo alguno, ni con catalán en la intimidad, ni con acento tejano y botas sobre la mesa de Bush, pero sobre todo, sin vergüenza , entre otras cosas por las mentiras que difundió sobre los atentados del 11 M y porque a duras penas disimuló su intención de crear un estado de emergencia y retener así el poder cuando lo sabia perdido , porque conocía una verdad que negaba a los ciudadanos.


      Al final el más simpático va a resultar ser su fundador, Fraga Iribarne, ex ministro del mismísimo Franco. Igual es porque no llegó a mandar, en democracia, claro , que ya mandara bastante en la dictadura. Los berrinches que cogía a primeras de cambio resultan ahora hasta simpáticos, con la mala baba que se gastan algunos en estos momentos. Y después, ya en su feudo de Galicia, del que Feijó sería heredero, hacía lo que le venía en gana, sin que nadie le rechistara, como cuando recibió al mismísimo Fidel, y todos en primer tiempo de saludo


    Ahora ya se las prometen felices. El candidato ideal, aseguran. Un hombre templado, moderado, según dicen. Tres mayorías absolutas, tres, que se dice pronto. Y se les hace a todos la boca agua porque de sobra es conocido lo que puede dar de sí el binomio de PP y mayoría absoluta. 


     Y luego está la seriedad del candidato. Es la “gravitas” personificada,mirada en modo alerta, el ceño ligeramente fruncido del que está en temas trascendentes. De ninguna forma tiene el sentido de humor de Rajoy, del que diera buena muestra en el congreso de su entronización, cuando aseguró sin ruborizarse que estaba llamado (Feijó) como futuro presidente de un gobierno popular, a salvar al país una tercera vez. No, Feijó no es así, que nadie es perfecto.


     Pensándolo bien lo más parecido a una sonrisa que le he visto esbozar nunca está, mira por donde, en las fotos en las que aparece a pecho descubierto en la lancha del narco gallego Marcial Dorado.Hay fotos”, “hay fotos”, clamaba Echenique en el congreso refiriéndose a estas instantáneas , sin achantarse ante el vocerío popular comparable a una estampida de “ñus”, cuando les tocan la moral.


   Pero “haberlas haylas” (fotos, digo) , igual que meigas en su Galicia natal, y para su desgracia en este caso no habrá martillo que valga. Así que miren ustedes y juzguen





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