viernes, 18 de marzo de 2022

"CAMINOS DE PERDICIÓN"



           

 

       

    Todos sabemos de los beneficios de la lectura. En momentos convulsos, como los actuales, nos permite una evasión temporal, una válvula de escape. En “El Quadern Gris”, Josep Pla aseguraba que lo que leíamos calaba como un agua fina en nuestros espíritus y lo aportado habría de venir en nuestro rescate cuando lo precisáramos sin que llegáramos necesariamente a reparar en ello.

Luego está el componente proactivo . Cuando buscamos en los libros algún tipo de solución o consuelo. En los momentos mas enconados del Procés, se desempolvaron “Homenaje a Cataluña” de Orwell o “El Advenimiento de la República”, del mencionado Pla.

Más tarde sucedería algo similar con la pandemia, momentos en los que  “La Peste” de Camús, viviría una segunda juventud: o con las obras de Unamuno , con la crispación que propiciara el PP al no aceptar la derrota electoral, y la formación de gobierno, devolviéndonos a lo de las dos Españas ,o como dijera el insigne Rector, a aquello de “los hunos y los hotros”.

Ahora revivimos un trágico “deja vu”. La invasión de un país independiente a manos del tirano de turno. Pocos conflictios habrá más diseccionados que la Segunda Guerra Mundial con monstruoso responsable Hitler y su héroe indiscutible Churchill .

Por eso me resulta inexplicable la postura adoptada por Podemos, tan preparados y leídos. Resulta que los que en sus inicios exhortaban a asaltar los cielos, regalaban DVDs de “Juego de Tronos “ al Rey o despreciaban el mayor acto de diplomacia de precisión jamás visto en nuestro país tildándolo  “Régimen del 78”, (la Constitución), por pazguato, ahora se la cojan con papel de fumar con lo de Ucrania. Esa ocurrencia de la “diplomacia de precisión”como alternativa, es una ñoñería de las que hacen historia . 

Aunque igual estamos nosotros en la inopia y podríamos usar el hallazgo para erradicar de una vez la violencia machista. Para convertir por ejemplo, diplomacia de precisión mediante,a un energúmeno que ha prendido fuego a su mujer rociada de gasolina y acuchillado a su hijo, en un padre y marido ejemplar. Desternillante si no fuera tan trágico el contexto .

Una vez más hay algo que no cuadra en Podemos. Nada nuevo, por otra parte: sus círculos, concéntricos reconvertidos al final en dianas donde fulminaron a los que no bailaban el agua al “Gran Timonel” o las clamorosas contradicciones en lo personal de sobra glosadas ya. La formación se dirige, todo indica que de cabeza al sumidero de la irrelevancia. Tanta gloria se lleven como paz nos dejen. El problema en su caso, y eso es lo verdaderamente triste , es que dejan tras de sí un larguísimo rastro de cristalitos rotos de todas las ilusiones que un día contribuyeron a prender en los ánimos sus votantes y que han acabado por defraudar esas sí, con precisión absoluta.

En una idílica isla cerca de Oslo con forma de corazón, Utøya, brumosa en estos meses de invierno, perdieron la vida a manos de un enloquecido neonazi setenta y nueve jóvenes socialistas en el 2011. Hace algo menos, en un homenaje, se colgó en un esbelto abeto la placa con los nombres de tres jóvenes noruegos que sacrificaron sus vidas en el altar de la democracia, defendiendola en EspañaGunnar Skjeseth, Martin Skei, Torbjorn Egerbetsen y Odd Olsen. Cayeron en las batallas de Gandesa, el Jarama y Mediana . Skei, con tan solo dieciocho años argumentaría a sus desconsolados padres que si no se paraba al fascismo en España, toda Europa acabaría cayendo y estaba en lo cierto.

Ese es el espíritu que cabría rescatar en esos momentos, el del “No pasarán” , el espíritu de Carrillo, de La Pasionaria, de Alberti, el de Miguel Hernández (y de tantos otros) de cuyas esencias aseguran tener el “copyright”, porque difícilmente podrá asaltar los cielos quien no ve el infierno que se abre ante sus narices. 

Churchill durante bastante tiempo defensor en solitario de las libertades en Europa y Premio Nobel de literatura, (de nuevo los libros) lo dejaría negro sobre blanco para quien lo quisiera leer en el futuro, “You may have to fight when there is not hope of victory because is better to die than to live as slaves” (puede que tengas que luchar cando no hay esperanza de victoria porque es mejor perecer que vivir como esclavos ) . Los ucranianos lo tienen claro, otros como si oyeran llover.