domingo, 20 de noviembre de 2011

Pilar Castillo, un corazón noble y valiente

En una semana de infarto, repleta como pocas de malas noticias, y no lo digo por la reciente victoria de la derecha en nuestro país, novedad que aún no he digerido y ya habrá tiempo de analizar en el futuro, sino por la crisis financiera, ataque a la deuda española, amenazas de recortes etc...recibo, cuando volvía del trabajo una llamada de mi querida amiga Pilar Castillo.  Me cuenta emocionada que la Facultad de Filosofia y Letras de Alicante, la misma en la que yo estudiara hace ya algún tiempo, ha decidido homenajearla por su ejecución como concejala de Alicante en favor de los derechos de la mujer, allá en los albores de los ayuntamientos democráticos en nuestro país.

Me honra que una Universidad, la de Alicante, que no dudara en hacerle frente al  mismísimo President de la Generalitat cuando en su día la intentara humillar, en la persona de su Rector , haya puesto los ojos ahora en la labor  política de Pilar, que siempre la ha entendido,- y lo ha hecho con pasión, - como un mecanismo para lograr la justicia social y de lucha  en defensa de los más desfavorecidos;en las antípodas pues, de quienes la entienden como un "modus vivendi" y que tanto proliferan en los partidos políticos de nuestro país (también en el nuestro, querida Pilar).

El homenaje que te rinden, querida amiga, me devuelve la fe y el optimismo en las personas y aviva las esperanzas que albergo de que , también en L'Alfàs del Pi, más pronto que tarde,  acabemos reconociendo la  labor que llevaste a cabo al frente de la Plataforma "Salvem Platja Albir" , seguro como estoy de que  fue decisiva para paralizar la aberrante ampliación del Puerto de Altea, que hubiera  arruinado nuestra hermosa Bahía  y herido de muerte al Parque Natural de Serra Gelada.

Porque, querida amiga, si hay algo de lo que estoy convencido es que haces honor a tus apellidos "Castillo" y "Espada", pero al igual que El Quijote, sólo en defensa de causas justas y nobles, atisbando desde las almenas las injusticias para hacerles frente con el tesón de tu voluntad de "acero".

Recibe desde estas líneas mi más afectuosas felicitaciones, expresadas con cariño, pero también con la admiración que sabes  siempre te he profesado y que ha cimentado nuestra amistad, también en los momentos difíciles en los que  hayamos podido discrepar.

Los dos sabemos que fueron sólo matices, porque como no se cansaba de afirmar Paco Rabal en su visita a L'Alfàs, poco antes de dejarnos para siempre, los de izquierdas siempre sabemos en qué lugar tenemos el corazón.