sábado, 3 de mayo de 2014

"Europa en su encrucijada" Diario Información de Alicante, 3 de mayo de 2014

















En el primer volumen de las memorias  Winston Churchill sobre la Segunda Mundial,  titulado sugerentemente “The Gathering  Storm” ( La tormenta inminente), alude a la situación de Europa después de la   Guerra de 1914,  con una inquietante descripción del estado de cosas. Los vencedores mantendrían la condición de prevalencia mientras “los poderes teutones” permanecieran sumidos en la  postración en que quedaron tras su derrota y la maltrecha Rusia continuara presa de sus convulsiones internas bajo las garras bolcheviques.


Casi cien años más tarde asistimos perplejos a la concentración de tropas en las fronteras de Ucrania, con una Rusia ansiosa por sacudirse las humillaciones  a las que se ha visto sometida en la historia reciente  tras librarse del yugo comunista y una Alemania que ejerce una asfixiante hegemonía sobre el resto del continente, en especial los países del sur, donde no sólo  dicta políticas económicas y reparte penitencias, sino que ya puesta  , entroniza o defenestra a mandatarios y modifica incluso constituciones, ( como la española), con tal de asegurarse el cobro de dividendos.


La que en su día fuera  cuna de la “grandeur”, libertades individualidades y  fraternidad, Francia, se ha visto compelida a aceptar su nueva condición de irrelevancia bajo el gobierno socialista ,  e Italia se esfuerza por superar la jaula de grillos en la que parece haberse convertido su actual panorama político


Gran Bretaña,por su parte,  cuyo papel en la historia del viejo continente en los últimos 400 años, según Churchill, fuera el de   enfrentarse como contrapeso a la potencia hegemónica de turno, ya no se conforma con ser el “pepito grillo” de la Unión y satélite de EEUU; según los últimos sondeos, los que abogan por su salida de La Unión Europea  poco menos que arrasarán en los próximos comicios.


El destino ha querido que este complicado escenario coincida con las elecciones al Parlamento Europeo, institución que la crisis galopante ha acabado por alejar  más de lo que ya estaba  en el la consideración general de los ciudadanos. En nuestro país,  los  candidatos que los dos principales partidos han elegido  como cabeza de lista se esfuerzan en un caso para que  caigamos en el olvido selectivo de un pasado todavía demasiado reciente y en otro para anestesiarnos ante la carnicería que  las políticas  neo liberales  aplicadas por su partido con fervor,  están causando en  la gran mayoría de españoles. 

La tan traída y llevada recuperación económica en este estado de cosas, no deja de ser una quimera para el común de los mortales; un burdo señuelo que los gobernantes populares no dudan en agitar sin rubor con tal de apartar nuestra mirada de la enorme ola de corrupción generalizada que amenaza con llevárselos a todos por delante. No tardaremos mucho en descubrir el entusiasmo que son capaces de suscitar unos y otros  en todos nosotros y en el mejor de los casos, el vencedor de los comicios  lo será con solo un doce por ciento de respaldo.



Es cierto que nunca han sido fáciles las cosas para Europa,  a quien ya  en la mitología se le atribuían unos orígenes convulsos , abducida   y  ultrajada  por Zeus.  En su suelo, además, han tenido lugar  miles de batallas, algunas  decisivas para el futuro de la humanidad, y es posible que se esté librando ya la penúltima, sin que nos hayamos percatado  aún de ello.. 

  Pero más allá de un idealizado proyecto político, lo que  está en juego es nuestra propia condición de ciudadanos libres y con derechos, arrancados a sangre y fuego en una lucha de generaciones. Ahora  es más que evidente que nunca que hay quienes sueñan con vernos reducidos a  una  versión actualizada de la servidumbre del medievo y relegarnos a la condición de consumidor, carne de cañón para  unos mercados insaciables e inmisericordes.Los mismos intereses que laminan los derechos sociales en los países del sur, son los que siembran de minas el  tortuoso camino  de un proyecto europeo,  que deberá ser común o simplemente no será. Nadie lo podría haber puesto más en evidencia que la Vicesecretaria  de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos  de EEUU, Victoria Nuland, cuando exclamara en una conversación telefónica, “ gentilmente”  filtrada por los rusos  : Fuck Europe”.( que se joda Europa)


Es mucho pues lo que nos jugamos en esta partida tanto a nivel individual como colectivo,  porque como ya se ha dicho en alguna ocasión,  a las puertas de Europa sólo campa la desolación y un interés cada día peor disimulado por hacerse con alguno de sus miembros desmembrados a base de  un pernicioso cocktail  de detalladas neoliberales, mediocridad política y obcecación.


No estaría demás  que cuando fuéramos  a depositar nuestro voto en las urnas próximamente ( un derecho que aún  conservamos), tuviéramos presente estas consideraciones  y reparáramos en que a pesar de todo, en cierto modo, la pelota está aún en nuestro terreno, pero eso sí,  nadie sabe por cuánto tiempo...